Sanidad

Oncólogos de radioterapia urgen a aumentar las plazas MIR ante el déficit de especialistas

Avisan de que la escasez de expertos “puede comprometer en el futuro” el cuidado adecuado de pacientes con cáncer: “El 60% recibe ese tratamiento en algún momento de su dolencia”

Una sanitaria, junto a un acelerador lineal de radioterapia. |  // ALBA VILLAR

Una sanitaria, junto a un acelerador lineal de radioterapia. | // ALBA VILLAR / María de la Huerta

La radioterapia es un “pilar fundamental” en la lucha contra el cáncer, no obstante, seis de cada diez pacientes oncológicos necesitan recibir ese tratamiento en algún momento de su enfermedad, y la mitad de los supervivientes se han beneficiado de él, bien de manera exclusiva o en combinación con otras modalidades terapéuticas. Sin embargo, el déficit de oncólogos radioterápicos “es ya una realidad en España” y, en el caso de que no se resuelva, “puede comprometer, en el futuro, el cuidado adecuado de los pacientes con cáncer”, advierte la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) a través de su presidente, el gallego Antonio Gómez Caamaño, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). “Urge reaccionar antes de que sea demasiado tarde. Nuestro compromiso con el paciente con cáncer nos obliga a llamar la atención sobre esta problemática y a colaborar, dentro de nuestras posibilidades, en su resolución”, resalta el doctor Gómez Caamaño, antes de exponer los antecedentes y detallar su diagnóstico de la actual situación.

Oncólogos de radioterapia urgen a aumentar las plazas MIR ante el déficit de especialistas | CEDIDA

El doctor Antonio Gómez Caamaño, presidente de la SEOR. / Cedida

“Veníamos de una tesitura realmente dramática, con grandes listas de espera en los servicios de Oncología Radioterápica de toda España debido a que la tecnología era muy obsoleta. En 2017, con la primera donación de la Fundación Amancio Ortega (FAO) para renovar el parque de aceleradores lineales con altas prestaciones, esto empezó a cambiar. Y ahora, con los fondos del Plan Inveat y del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (React-UE), y la nueva donación de la FAO para implementar la protonterapia en España, nos hemos situado, desde el punto de vista tecnológico, en una situación realmente privilegiada. Aquellas listas de espera que había están disminuyendo a un paso aceleradísimo, porque las nuevas máquinas son mucho más precisas, y tratamientos que antes se hacían, por ejemplo, en siete u ocho semanas, ahora se pueden completar en cinco días. Donde antes se trataba a un paciente, ahora se puede tratar a ocho”, reivindica el presidente de la SEOR. “Lo que sucede es que las máquinas no funcionan solas, se necesitan recursos humanos para cubrir la demanda que hay y, a día de hoy, este es el gran problema que tenemos dentro de la especialidad en nuestro país”, reitera.

Con respecto a la situación en Galicia, el doctor Gómez Caamaño reconoce que la comunidad gallega “está mejor que otras”, porque “se va cubriendo la demanda que hay”, sin embargo, advierte, “esto puede cambiar de un día para otro” porque “no existe paro en la especialidad”. “Si dos o tres compañeros se cogen una baja de cierta duración, no hay recambio para cubrirlos”, asegura el presidente de la SEOR, quien destaca, asimismo, que la tecnología que se emplea en radioterapia “es muy demandante desde el punto de vista de los recursos humanos”. “Hacen falta especialistas altamente cualificados y que estén muy encima de todo esto”, incide.

La SEOR y la Sociedad Española de Física Médica (SEFM) elaboraron, el año pasado, un documento dirigido a los profesionales sanitarios y a las Administraciones públicas, con el objetivo de “facilitar una implementación racional de los futuros diez centros de protonterapia dentro de la sanidad pública española”. Ese documento recogía, entre otras recomendaciones, la necesidad de llevar a cabo una “provisión adecuada de recursos humanos”, con la inclusión de “un mínimo de 4-5 oncólogos radioterápicos por unidad”.

"Para hacer una buena oncología, hay que tener una buena radioterapia, y esto exige medios técnicos y humanos”

Antonio Gómez Caamaño

— Presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico de Santiago (CHUS)

“En 2022, se convocaron 68 plazas MIR de nuestra especialidad, y en este 2023, han sido 70. El año pasado, desde la SEOR llevamos a cabo una encuesta, a nivel de todos los servicios de Oncología Radioterápica de España, para obtener datos que avalasen nuestra petición de plazas al Ministerio de Sanidad, que hasta entonces trabajaba con los de 2015, pese a haber cambiado el panorama totalmente. Contestaron a ese sondeo un centenar de servicios de los 140 que hay en todo el país, y la fotografía que se extrajo de ahí es brutal”, subraya el doctor Gómez Caamaño, y especifica: “En 2022, había 40 plazas disponibles para contratación sin cubrir, y la previsión era que se jubilasen cerca de 100 especialistas en un plazo de 4-5 años. A partir de ahí, enviamos a Sanidad un documento en el que demandábamos aumentar un 10% las plazas MIR que estaban saliendo cada año, hasta las 76 aproximadamente, pero este año se convocaron solo 70”.

“Estas son las necesidades actuales —continúa el presidente de la SEOR—, sin tener en cuenta la implementación de la protonterapia”, que “exigirá, como mínimo, entre 4-5 profesionales radioterápicos por centro”. “Se van a montar once —los diez de la donación de la Fundación Amancio Ortega, entre los que se incluye el de Santiago, y otro en el Hospital de Valdecilla (Santander), en este caso, de iniciativa público/privada—. Está previsto que esos centros se empiecen a abrir a partir de 2025, y aunque se hará de forma escalonada, urge llamar la atención sobre esta cuestión, porque si ahora ya tenemos un problema, y encima después va a venir lo otro... estamos tratando de avisar con tiempo suficiente para que la actual tesitura se pueda modificar un poco y no vernos en una situación como la que se está viviendo en el Hospital La Paz de Madrid, donde un acelerador lineal de altas prestaciones no ha podido funcionar adecuadamente debido a la ausencia de dotación de oncólogos radioterápicos”, apunta el experto, y reitera: “De nada sirve disponer de las mejores máquinas, sin especialistas que las hagan funcionar. Es como no tenerlas, aparte de tirar el dinero”.

“Con la radioterapia siempre se ha funcionado igual”, lamenta el doctor Gómez Caamaño. “Ahora estamos en una época de bonanza absoluta, pero no hemos llegado aquí porque hubiese nada programado, sino porque un filántropo, en este caso Amancio Ortega, decidió destinar fondos a la radioterapia al ver que existía un déficit brutal, y porque ha habido una pandemia y se dispone de unos fondos europeos que van a permitir también cambiar muchas cosas. No es porque ninguna Administración haya pensado: ‘Estas son las necesidades que tenemos a medio y largo plazo, vamos a hacer un plan de renovación tecnológica continua en radioterapia’. Y es lo mismo que sucede con los recursos humanos. Las especialidades cambian, unas veces tienen más demanda y otras menos, y habrá que adaptarse a todo este tipo de circunstancias, pero las estructuras administrativas son muy rígidas”, considera el presidente de la SEOR, quien incide en que “para hacer una buena oncología, hay que tener una buena radioterapia”. “Y esto exige medios técnicos y humanos”, concluye.

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