Enfermeras del Sergas: “Estamos al límite”

Denuncian “contrataciones abusivas” que provocan “fuga” de profesionales y avisan de que no seguirán “con las autocoberturas” para “compensar la falta de personal”

Participantes en la protesta de enfermeras del Sergas desarrollada, el pasado jueves, en el entorno del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac).

Participantes en la protesta de enfermeras del Sergas desarrollada, el pasado jueves, en el entorno del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac). / Casteleiro/Roller Agencia

Tras el ingente esfuerzo realizado durante la pandemia de SARS-CoV-2, aseguran estar “agotadas” y "al límite" por la “sobrecarga” de trabajo, la “falta de personal” y la “precariedad en los contratos”, insisten en que no pueden más y advierten de que no piensan “seguir haciendo autocoberturas”. Enfermeras de hospitales del Servizo Galego de Saúde (Sergas) han decidido plantarse y, desde hace algunas semanas, vienen desarrollando protestas para mostrar su “malestar” por el “maltrato” que, sostienen, sufren por parte de la Administración sanitaria gallega. La última tuvo lugar este pasado jueves, en las inmediaciones del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac), donde un significativo grupo de profesionales, convocadas por la Comisión de Centro, denunció la “grave situación de descubiertos” que dicen estar padeciendo en el área sanitaria coruñesa, “con la ratio más elevada de Galicia de pacientes por profesional”. Una situación que, insisten, es extensible al conjunto de la comunidad gallega. “El Sergas no cuida a quien te cuida”, proclaman.

Llevamos encima del Sergas desde el año pasado, insistiendo en que hay que convocar una mesa específica de enfermeras, porque dicen continuamente que no disponen de profesionales para contratar, pero lo que sí sabemos es que las que hay no tienen buenas condiciones laborales. Si no tengo, pero lo que tengo lo sigo contratando a días, sigo abusando... ¿qué provoco? Rechazo en las enfermeras”, advierte Lucía Peón, una de las responsables nacionales de CIG-Saúde, quien considera “prioritaria” la convocatoria de “una mesa específica de enfermeras” para “hablar sobre todas esas cuestiones”, así como para conocer “los datos de las jubilaciones que se prevén en los próximos años; de las profesionales que salen, en cada ejercicio, de las escuelas de Enfermería de Galicia; y de las que se marchan a trabajar a otros países (porque es más habitual irse que venir)”. “Necesitamos conocer esa información para hacer un mapa y ver qué planificación tiene el Sergas al respecto, porque en los hospitales llevamos años denunciando que las ratios de profesionales son malísimas. Con ese mapa, podríamos pelear, solicitar o decir ‘habrá que estabilizar a este grupo, a este otro...’, y ver qué se planifica”, reitera.

"Estamos cansadas de medidas cortoplacistas y siempre económicas. Necesitamos actuaciones a largo plazo y que mejoren la calidad asistencial”

Y es que, hace hincapié Peón, “se están poniendo parches continuamente, en lugar de hacer una planificación como es debido”. “Parches, parches y más parches... lo mismo que se ha venido haciendo con los médicos de Atención Primaria y, al final, siguen cabreados, y los pacientes continúan sin la prestación adecuada. No queremos que se repita esa situación”, asegura esta responsable nacional de la CIG-Saúde, y prosigue: “El Sergas arregla todo tirando de billetera. En cuanto se revuelve el gallinero... 50 euros, 100 euros... evidentemente, el dinero es el dinero, pero no soluciona el problema de base, y al final lo que se crea son verdaderos guetos, pero no el contento de la gente o que se preste una atención de calidad. Estamos cansadas de esas medidas cortoplacistas y siempre económicas. Necesitamos actuaciones a largo plazo y que mejoren la calidad asistencial”.

“La población tiene que saber que lo que queremos las enfermeras del Sergas es trabajar en condiciones óptimas y prestar una buena atención”, continúa Lucía Peón, quien subraya que “algo que debe primar (y, desde luego, para CIG-Saúde siempre ha sido así), es el derecho al empleo sobre la realización de horas a mayores”. “Para nosotros, esto es fundamental. Una vez que todos tengamos trabajo, y que no exista paro como tal, podremos hablar de si es necesario incrementar la jornada, en qué condiciones...”, refiere.

"La movilización del personal de un servicio a otro es continua y las agendas de trabajo están sobresaturadas la mayor parte de los días, ya que no se cubre a todas las profesionales ausentes"

En similares términos se manifiesta María Formoso, presidenta de la Comisión de Centro del Chuac, órgano de representación de los trabajadores del complejo hospitalario coruñés que, el pasado jueves, convocó una protesta en el entorno del Hospital Universitario para denunciar esa “política de contratación de abuso” del Sergas. “Las condiciones de trabajo son peores que nunca: las ausencias y los permisos de las compañeras se cubren, de forma prioritaria, con las denominadas ‘autocoberturas’; turnos que el personal ya contratado hace, a mayores, en sus libranzas”, sostiene Formoso, quien advierte de que “esa fórmula de contratación no respeta el pacto y favorece la precariedad de los contratos que se ofertan, presionando además al personal eventual y fijo a hacer turnos sin apenas libranzas”. “La movilización del personal de un servicio a otro es continua y las agendas de trabajo están sobresaturadas la mayor parte de los días, ya que no se cubre a todas las profesionales ausentes. Situaciones, todas ellas, que ponen en riesgo la seguridad de los pacientes y sobrecargan a las profesionales”, avisa.

"Nos apasiona nuestra profesión, y se nos rompe el corazón cada vez que perdemos a compañeras que no deberían irse por cómo se las está tratando”

Desde el colectivo Enfermeiras a por todas A Coruña, coinciden también en que la propia existencia de las ‘autocoberturas’ se deriva de que el Sergas no tiene contratadas a todas las enfermeras que necesita, de ahí que “el aumento de la plantilla” sea la primera de sus reclamaciones. “Las condiciones del Sergas están provocando una ‘fuga’ de profesionales a otros países y a la sanidad privada, que ha subido los sueldos”, afirma una integrante del colectivo, quien describe “cómo compañeras que llevan menos de un año” trabajando en la sanidad pública gallega “se plantean dejarlo y buscar otra forma de ganarse la vida”, debido a las “actuales condiciones”, la “sobrecarga” y el “agotamiento” que, reitera, padecen. “Nos apasiona nuestra profesión, y se nos rompe el corazón cada vez que perdemos a compañeras que no deberían irse por cómo se las está tratando”, admite, emocionada.

Tanto desde la CIG-Saúde, como desde el propio colectivo de enfermeras del Sergas, critican, asimismo, la medida más reciente de la Xunta, consistente en abonar un plus de 1.365 euros al año para las profesionales que hagan 105 horas o más de jornada complementaria, y aunque reconocen que parte de sus reclamaciones tienen carácter económico, insisten en que “la prioridad” es “reducir la precariedad, contratos estables y más plantilla”. Manuel González, secretario nacional de CIG-Saúde, ya advirtió, tras anunciarse la creación de ese plus, que “la solución no es pagar horas extra a las enfermeras que tenemos, ya sobrecargadas, sino crear las condiciones para sumar más personal, mejorando las condiciones de trabajo e incrementando las plantillas”. Desde CIG-Saúde inciden en rechazar la “voluntariedad” cuando no se garantice que los empleados de las listas tengan contratos “en condiciones dignas”, y reclaman que “siempre se anteponga la contratación a la realización de horas extra”.

Tampoco creen desde el Sindicato de Enfermería (Satse) que la solución para compensar la falta de personal sea hacer más horas extra, sino incorporar “más personal de Enfermería en mejores condiciones y con contratos estables”, algo que, “actualmente no sucede”, según el Satse.

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Lo que las enfermeras queremos son contratos dignos, y que las compañeras jóvenes, al año de salir de la Universidad, no estén pensando en dejar la profesión como ya está sucediendo”, reiteran desde el colectivo Enfermeiras a por todas, antes de describir situaciones como "contratos por menos de seis meses para evitar tener que dar vacaciones” o avisos sobre el servicio en el que tienen que trabajar “con apenas unas horas de antelación”, entre otras.

“La crispación es máxima”

Ante este tipo de situaciones, “la crispación de las profesionales es máxima”, advierte Lucía Peón, una de las responsables nacionales de CIG-Saúde, quien recuerda que “venimos de una pandemia de casi tres años”, durante los cuales “la implicación, el compromiso y el esfuerzo de las enfermeras fueron máximos”. “Se vivieron momentos muy complicados...”, rememora, emocionada. “Compañeras renunciaron a vacaciones, a libranzas... hicieron turnos a mayores... obviamente, estábamos en una situación excepcional, pero la excepción no puede convertirse en la norma. Eso es lo que no queremos. Necesitamos que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) desarrolle medidas a largo plazo y planifique para poder captar a profesionales. De otra manera, es inviable, porque la gente se cansa y prima otro tipo de cuestiones”, agrega.

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