Sanidad

José Nadal, operado de un tumor en la boca: “Si un bulto o llaga no cura, hay que consultar’’

En el Día del cáncer de cabeza y cuello, este vecino de Arteixo aconseja acudir al médico ante síntomas que duren más de 10 días y reivindica el papel de la logopedia en la rehabilitación

José Nadal y la logopeda María Ramallo, en la sede de la Junta Provincial de la AECC, en A Coruña.

José Nadal y la logopeda María Ramallo, en la sede de la Junta Provincial de la AECC, en A Coruña. / Víctor Echave

“Escuchar que tienes cáncer es un shock. Se te para todo. Más aún, cuando el diagnóstico llega de improviso y sin apenas tiempo para asimilarlo”, resume José Nadal, vecino de Arteixo de 55 años, cuya vida dio un giro de 180 grados hace apenas doce meses, en septiembre de 2022, tras serle detectado “un tumor en la lengua y en la base de la boca”. Después de someterse a una delicada cirugía, y de recibir tratamientos de quimio y radioterapia, que en su caso le han afectado, sobre todo, a la deglución, José es usuario del Servicio de Logopedia de la Junta Provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en A Coruña, a donde acude para mejorar la funcionalidad perdida, al tiempo que aprende a convivir con la incertidumbre que acompaña a los pacientes oncológicos. En el Día mundial del cáncer de cabeza y cuello, que se conmemora hoy, comparte su experiencia para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de consultar al médico de Atención Primaria “ante cualquier síntoma” que persista más de 10-15 días, como “un bulto o llaga que no cura”. También para reivindicar el papel de la logopedia en la recuperación: “A mí aún me queda mucho trabajo por delante, pero desde que empecé la terapia con María [Ramallo, logopeda de la Junta Provincial de la AECC] he mejorado un montón”.

Cuenta José que el diagnóstico del cáncer, en su caso, le llegó “totalmente de improviso”. “Trabajaba en montaje en el puerto exterior, y me dio un latigazo en la espalda. Me iban a llamar para rehabilitación y, cuando fui a buscar el primer parte de baja, le comenté a mi médica de cabecera que, una semana antes, me había notado una llaga, como un bultito, en la lengua. Mi doctora me derivó entonces al dentista quien, tras revisarme, ya me dijo que me olvidase de todo lo demás, y me dio un volante para Maxilofacial, en el Materno (Chuac), donde directamente me comunicaron que me iban a hacer una biopsia. Ya con los resultados de esa prueba, el especialista se sentó a mi lado y me dijo: ‘Eres joven, tienes ahí una cosa muy fea, vamos a esperar a ver qué es’. Cuando me confirmaron que se trataba de un tumor maligno, que había que operar y que después, seguramente, tendría que recibir quimio y radio... fue un shock. El mundo se te viene encima”, admite este vecino de Arteixo, quien rememora cómo “a partir de la biopsia, fue todo muy rápido”.

“Después de la cirugía, me fui recuperando bien. Es molesto, porque con la lengua cosida… pero me dijeron que lo que me habían quitado salió limpio. A partir de ahí, empecé la quimioterapia, que para mí fue lo peor, porque es un tratamiento agresivo, y después, la radio. Finalicé todo en enero, ya me hicieron el primer control y me dio bien”, explica y, a continuación, reflexiona: “Te notas un bultito y piensas: ‘A ver qué es’. Pero ya cuando te dicen que se trata de un tumor maligno… si lo llego a dejar estar, creyendo que con unos enjuagues o con agua con sal se pasaría... igual, a día de hoy, no lo cuento... o quién sabe cómo hubiesen sido las cosas”.

Sentada junto a él, María Ramallo, logopeda de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, hace hincapié en la importancia de “visitar al médico de Primaria, cuando los síntomas se prolongan más de 10-15 días”, para que “haga una exploración más general” y, si lo considera preciso, lleve a cabo “una derivación al especialista, por la vía rápida”, un procedimiento al que se recurre “cuando hay sospecha de cáncer, para agilizar el proceso”.

José recaló en Logopedia de AECC (un servicio gratuito, como todos los que ofrece la asociación) derivado por su oncóloga y su radiólogo. “En la provincia de A Coruña, la AECC cuenta con un protocolo, denominado de prevención de disfagia secundaria a radioterapia y quimioterapia, a través del cual tratamos de ver a los pacientes antes de iniciar la radio. En esa primera consulta, hacemos una valoración de la deglución (capacidad de tragar) y de las estructuras, es decir, de los órganos bucofonatorios (lengua, labios, paladar...).Y, cuando digo ‘valoramos’, me refiero a la forma, al tono y a la función. Tenemos una información de inicio y, en base a eso, realizamos seguimiento durante todo el proceso de quimio y radio”, detalla Ramallo, quien especifica que, “en el caso de José, una vez finalizados esos tratamientos”, ella misma le propuso “continuar trabajando, porque estaba convencida de que se podían conseguir más cosas”.

“Cuando estaba con la radioterapia, lo veía en el Oncológico y, desde que finalizó el tratamiento en ese centro, realizamos las sesiones aquí, en la sede coruñesa de la AECC [C/ Real, 1, 1º]”, apunta, y prosigue: “El trabajo que se lleva a cabo, durante la radio, busca prevenir, en la medida de lo posible, las secuelas, en el caso de José, la xerostomía (boca seca) y, sobre todo, la dificultad y la molestia al tragar, inherente a ese tratamiento. Además, José sufre una secuela a mayores, porque se ha sometido a una cirugía de punta de lengua que ha hecho que esa estructura esté ‘anclada’ al suelo de la boca, de ahí sus dificultades para tragar, que le han llevado a tener que alimentarse mediante purés. Con todo, llevamos cerca de diez sesiones y ya ha habido una evolución, porque esos purés han pasado de tener una consistencia más líquida, a ser más espesos. Y, hoy mismo, hemos hablado de traer un poco de queso fresco, el próximo día que nos veamos, para ver cómo lo podría tragar, e ir introduciendo, poco a poco, otros alimentos”.

“Aún queda mucho trabajo por hacer —añade el protagonista—, porque me quitaron dientes, estoy comiendo purés... hoy, por ejemplo, me he levantado con la lengua muy hinchada, por los cambios de presión, pero he mejorado muchísimo. Obviamente, no estoy dando palmas de alegría, pero teniendo en cuenta lo que podría haber sido...”, reitera este vecino de Arteixo, y subraya: “Puedo hablar (de la forma que sea o como me escuchen los demás es indiferente) y sigo haciendo una vida más o menos normal, así que, dentro de lo que cabe, me considero, en cierto modo, afortunado”. Adjetivo que repite al hablar del papel “fundamental” de su mujer e hijos en todo el proceso. “Han estado siempre ahí, a mi lado en todo momento. Tengo muchísima suerte”, proclama.

* 900 100 036 es el teléfono de Infocáncer, un servicio gratuito, como todos los de la AECC, disponible 24 horas, los siete días de la semana, en el que pacientes oncológicos y sus familiares pueden resolver sus dudas, y en el que voluntarios y profesionales les ofrecerán apoyo y asesoramiento.

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“En la terapia logopédica, el paciente es el protagonista”, resalta María Ramallo, logopeda de la AECC en A Coruña, quien reconoce que ella y José Nadal tienen “muy buena empatía” y eso “favorece la adherencia al tratamiento”. “La información que los pacientes nos transmiten es fundamental para que las terapeutas podamos intervenir a nivel logopédico. Las cuestiones que ellos nos comentan van guiando nuestro trabajo y el ritmo de la rehabilitación. Por ejemplo, los cambios de tiempo y presión les afectan un montón”, comenta Ramallo, quien asegura que, para los pacientes, el proceso rehabilitador “es un aprendizaje”, puesto que han de entender “cómo reacciona su cuerpo ante diferentes agentes, situaciones…”, de ahí que la información sea “fundamental”, en ambas direcciones.

Con motivo del Día mundial del cáncer de cabeza y cuello, la logopeda de la AECC en A Coruña incide en “la importancia de la detección de síntomas”, como “llagas, heridas en la boca, cambios en la voz, dificultades para tragar, atragantamientos, dificultades para articular sonidos, para hablar…”, que se prolonguen durante “más de 10-15 días”.

“Ante cualquier señal de este tipo, hay que acudir al médico de Primaria para que haga una exploración”, insiste, y destaca: “El de cabeza y cuello es menos conocido que otros tipos de cáncer, como los de pulmón, mama o colorrectal, porque su incidencia es menor, pero el punto de inflexión, en esta dolencia, son las funciones que se ven alteradas: el habla, la capacidad de masticar, de tragar...”.

José, por su parte, aprovecha la conmemoración de hoy para reivindicar la prevención, “evitando, sobre todo, el tabaco” , y “usando siempre mascarilla” en trabajos como, por ejemplo, “la soldadura”.

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Con motivo del Día mundial del cáncer de cabeza y cuello, que se conmemora hoy, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) resalta que la incorporación de la inmunoterapia como tratamiento estándar, junto a la quimioterapia y la selección de pacientes con PDL1 positivo, gracias a la medicina de precisión, han logrado, por primera vez, la mayor tasa de largos supervivientes observada cuando esa enfermedad es recurrente o metastásica.

En el marco de la campaña En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas, la SEOM ha dado a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en las últimas décadas, en el tratamiento de los diferentes tumores. Sobre el cáncer de cabeza y cuello, el séptimo más diagnosticado, con una estimación de 12.500 nuevos casos en España en 2023, los oncólogos médicos señalan, entre los factores de riesgo, el tabaquismo y el consumo de alcohol, aunque se aprecia “un incremento progresivo” de los tumores relacionados con el virus del papiloma, “especialmente en la orofaringe”.

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