El Papa “no tiró de las orejas” a los obispos españoles, asegura el cardenal Omella

El papa Francisco abordó ayer con los obispos españoles en el Vaticano la situación de los seminarios en España, pero no trataron el tema de los abusos sexuales a menores en la Iglesia, ni el pontífice reprochó nada en esta materia a los prelados. “Ha sido un diálogo cordial y no un tirón de orejas”, resumió el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, en una rueda de prensa celebrada en el Colegio Español de Roma.

La convocatoria del papa a los obispos españoles en pleno, unos 80, era del todo insólita y suscitó un gran interés, sobre todo porque llegaba solo un mes después de la presentación del informe del Defensor del Pueblo sobre pederastia en la Iglesia católica, que incluía los datos de una encuesta según la cual el 1,13% de los españoles mayores de edad asegura haber sufrido abusos en el ámbito religioso y un 0,6% por parte de un sacerdote o religioso.

La reunión solo sirvió para analizar los resultados de una inspección realizada en el primer trimestre del año por dos obispos uruguayos sobre los seminarios españoles, 86 seminarios desperdigados por todo el país. Acogen a un millar de seminaristas, cuando en España hay unas 20.000 parroquias. El encuentro fue presidido por el papa, pese a la “inflamación pulmonar” que padeció los últimos días. “Ha estado dos horas y pico y no ha tosido ni una vez. Este hombre está más sano que nosotros”, ironizó Omella.