Sanidad

Farmacéuticos de A Coruña: “Ni la gripe ni el COVID se tratan con antibióticos”

Boticarios coruñeses aconsejan cómo preparar el botiquín para la “tripledemia”: “Con tener un termómetro, un analgésico, un antitérmico y un descongestivo nasal en casa es más que suficiente”

Uns farmacéutica sostiene cajas de antigripales.

Uns farmacéutica sostiene cajas de antigripales. / Carlos Pardellas

Estamos en el pico de la ola de infecciones respiratorias (bueno, yo diría que dirigiéndonos a él) y, en nuestra farmacia, ya a raíz de la Nochebuena, empezó a notarse una mayor incidencia, no tanto de COVID, sino de gripe A. Y digo de ‘gripe A’, porque sí es cierto que la gente empezó a hacerse los test triplex [capaces de detectar el virus de influenza, el coronavirus SARS-CoV-2 y el virus respiratorio sincitial (VRS)], y más que COVID, era esa dolencia, aunque en algunos casos, pocos, convivían las dos, algo que no es lo más habitual. Y con el VRS, también, lo mismo”, refiere Paula Briones, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC), al explicar cómo han venido notando la evolución de la llamada “tripledemia” en las oficinas de farmacia coruñesas, donde antigripales, test diagnósticos y mascarillas vuelan desde hace semanas.

En el actual contexto, Briones, con oficina de farmacia en la avenida de Arteixo, llama la atención sobre dos cuestiones “importantes”. La primera es la vacunación, que en Galicia, recuerda, se ha ampliado hasta el próximo 26 de enero. “El porcentaje de vacunación en adultos está yendo bastante bien, no obstante, yo incidiría en que los niños deben ponerse también la dosis frente a la gripe, porque son el principal foco de contagio de esa dolencia”, subraya la vocal de la Junta de Gobierno del COFC antes de insistir también (“aunque es lo de siempre”), en otra recomendación clave: que “los antibióticos no se tomen para la gripe ni para el COVID”. “Hacerlo solo servirá para aumentar ese gravísimo problema que tenemos ya encima de las resistencias a esos fármacos. Los antibióticos no se emplean para ningún proceso causado por virus, porque no combaten esos patógenos, y la gripe y el COVID son provocadas por el virus de influenza y el coronavirus SARS-CoV2”, resalta.

“Para tratar los síntomas de esas dolencias recurrimos a otro ‘arsenal’ de medicamentos, habitualmente, sin receta”, continúa Paula Briones, quien insiste en que, tanto la gripe como el COVID son “procesos víricos”, y que “lo habitual es pasarlos en casa” y que remitan “sin ninguna complicación”. “En la farmacia recomendamos el empleo de productos sanitarios o medicamentos sin receta para paliar el malestar que nos pueden ocasionar la gripe y el COVID y, si en un periodo de siete días, con ese ‘arsenal’ no se solucionan, se aconseja contactar con el médico, siempre y cuando seamos personas no polimedicadas y sin otras complicaciones a mayores”, indica la vocal de la Junta de Gobierno del COFC, antes de reiterar que “se trata de virus que no suelen dar mayores problemas”, salvo “en determinados casos”. “Y sí es cierto que, en esos casos, pueden derivar en la toma de un antibiótico, pero siempre bajo el criterio médico y por complicación con otra patología, no por el proceso vírico en sí”, hace hincapié.

Paula Briones, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, en su farmacia de la avenida de Arteixo.

Paula Briones, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, en su farmacia de la avenida de Arteixo. / Carlos Pardellas

Considera Briones que, a la hora de tener preparado un botiquín para hacer frente a las infecciones respiratorias, “sin volvernos locos”, es aconsejable incluir, “por ejemplo, un termómetro digital”, porque “los de mercurio ya hace muchos años que están en desuso” y, en el caso de los de galio, “hay gente que se queja de que les cuesta bajar” ese elemento químico. “Un termómetro digital de punta flexible. Aunque los de frente son súper cómodos para colectivos (como los usuarios de residencias), para tener en casa, uno axilar resulta perfecto”, sugiere la vocal de la Junta de Gobierno del COFC.

También es recomendable —prosigue— disponer de mascarillas, algo que creo que ya todos tenemos más que interiorizado, de hecho, si de algo nos ha servido la pandemia de COVID, es para concienciarnos de que, cuando una persona está con síntomas respiratorios, sea positivo o no en gripe o COVID, por precaución, si va a estar con más gente, ha de ponerse cubrebocas. Tengo la impresión de que esto es algo que todos hemos aprendido, por tanto, no estaría de más tener en casa unas mascarillas para una emergencia, por si te pones malo o te tienes que desplazar a un centro de salud o a un hospital. Y lo mismo con los test. Está bien tener alguno en casa, sobre todo si nos cuesta diferenciar si nuestra sintomatología se corresponde con la de un resfriado común, con la de la gripe, etc... para salir de dudas”, apunta.

“Y luego”, continúa Paula Briones, “lo de siempre”. “Antitérmicos, analgésicos, algún descongestionante nasal... Si en casa hay alguna persona con alergia, algún antihistamínico... Un antitusivo para la tos seca, un mucolítico y un expectorante... Un antiséptico faríngeo y un hidratante, o corporal o bien de labios”, enumera la vocal de la Junta de Gobierno del COFC, antes de detallar: “A día de hoy, los antigripales suelen combinar varios de esos productos, y pienso que todos tenemos nuestro antigripal de cabecera, el que más nos funciona, porque, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que recurrir a fármacos de ese tipo. Como antitérmicos, para combatir la fiebre, lo más común es el paracetamol o el ibuprofeno. En el primer caso, por ejemplo, podemos tener en casa algún envase de la posología de 500 o 650 miligramos (incidiendo en que, como máximo, debemos tomar 4 gramos al día), para tomar cada 4-6 horas. En cuanto al ibuprofeno, en principio, el de 400 miligramos sería suficiente, con una dosis máxima de 1.800 miligramos, es decir, de cuatro comprimidos al día (tomados siempre con alimento)”.

Tanto el ibuprofeno como el paracetamol”, explica Briones, “son útiles para el tratamiento de la fiebre y el dolor”. “No obstante, si buscamos un efecto un poco más antiinflamatorio porque tenemos la garganta que nos explota, deberíamos decantarnos más por el ibuprofeno”, indica la vocal de la Junta de Gobierno del COFC, antes de incidir en que, “a día de hoy, todos los antigripales llevan ya incluido el antitérmico, el analgésico... muchas veces, el antihistamínico o el descongestivo...”. “La única precaución es que si un antigripal incluye un descongestivo —por ejemplo, tipo pseudoefedrina—, ojo si soy un paciente renal o si tengo una hipertensión mal controlada, en cuyo caso quizás es mejor que tome solamente paracetamol”.

“A día de hoy, en cualquier botiquín, con tener un termómetro, un analgésico, un antitérmico y un descongestivo nasal, es decir, un agua de mar hipertónica, es más que suficiente”, resume Paula Briones, quien recuerda que las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios “muy accesibles”, a pie de calle, a los que cualquier ciudadanos puede acudir para “ser aconsejado o resolver cualquier duda” sobre la medicación que está tomando o que debería tomar. “Todos tenemos alguna farmacia cerca, con un horario muy amplio, de modo que tampoco hace falta tener un ‘arsenal’ en casa ya que, ante cualquier situación, podemos acercarnos a ese establecimiento a coger un jarabe o cualquier otro producto. Además, los ciudadanos nos pueden visitar, llamar por teléfono o lo que sea necesario para resolver cualquier duda y que les podamos aconsejar”, destaca la vocal de la Junta de Gobierno del COFC, e insiste: “En cualquier proceso gripal, hay que controlar, por supuesto, que los síntomas puedan remitir en menos de 7 días y, si no, consultar con el médico. ¿Ante picos de fiebre? Lo de siempre: combinar paracetamol con ibuprofeno, teniendo claro que no seamos alérgicos a ninguno de esos dos fármacos, y si tenemos cualquier duda sobre cualquier medicación que estemos tomando, consultarla. De este modo, entre todos, evitaremos colapsar un poco los centros de salud y las Urgencias”.

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El área sanitaria de A Coruña y Cee encadena una nueva jornada con descenso en los hospitalizados por gripe y COVID, según los datos aportados ayer por la gerencia, que cifran en 101 los ingresados en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) por la gripe (tres en UCI), y en 39 los del COVID. Un día antes, eran 113 y 41. La presión en las Urgencias se mantiene, no obstante, en niveles altos, con 424 atenciones el miércoles, de las cuales una treintena (7,07%) derivaron en ingreso hospitalario.

El nivel de pacientes ingresados por gripe es todavía muy elevado, pero se están yendo de alta muchos otros. Estamos ya empezando a hacer el ‘balance negativo’, una expresión que utilizamos bastante durante la pandemia de COVID. Nos encontramos en esa fase de ‘meseta’, siendo optimistas e iniciando un poco ya el descenso, por lo menos a nivel hospitalario. No obstante, continuamos viendo muchísima infección, y muchos pacientes que acuden al Chuac con gripe se tienen que quedar ingresados, lo cual nos está llevando a hacer un esfuerzo importante”, adelantaba, el pasado martes, a este diario, el director asistencial, Pedro J. Marcos.

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