Musk anuncia el implante del primer chip cerebral de Neuralink en un ser humano

La función del dispositivo será la de “leer” la actividad del cerebro para poder transmitir órdenes | Los neurólogos acogen el supuesto avance con cautela: “No está comprobado”

Elon Musk, fundador de 
Neuralink.  | // EFE

Elon Musk, fundador de Neuralink. | // EFE / ÁGATHA DE SANTOS

ÁGATHA DE SANTOS

Se llama Telepathy y es la última innovación tecnológica anunciada por el magnate tecnológico Elon Musk. En esta ocasión, de la mano de su compañía Neuralink, corporación neurotecnológica que trabaja en el campo del control de la actividad cerebral. Se trata de un chip implantado en el cerebro que pretende curar enfermedades neurológicas. Ésta es la primera intervención quirúrgica que esta compañía hace a una persona y fue anunciada ayer por el controvertido millonario a través de su cuenta de X (antes Twitter).

“El primer ser humano recibió un implante de Neuralink y se está recuperando bien —escribió Musk—. Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”.

La noticia del primer implante de Neuralink en humanos se da nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) diera su aprobación para que la empresa comenzara a hacer estudios en humanos. La función del implante será la de “leer” la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas tras un infarto o por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa.

Hasta ahora, los implantes cerebrales se han desarrollado en una sola dirección: desde el cerebro hacia el exterior (generalmente una computadora que procesa las señales). El proyecto de Neuralink va más allá: pretende trasladar la información también en la otra dirección, hacia el cerebro.

Neuralink está desarrollando en paralelo dos tipos de implantes, uno para restaurar la visión “incluso en aquellos que nunca la han tenido” y otro para restablecer las funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños en la médula espinal. Musk explicó en su red social que este dispositivo “permite controlar el teléfono o el ordenador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar”.

Los usuarios iniciales serán aquellos que hayan perdido el uso de sus extremidades, según Musk. “Imagínese si Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un veloz mecanógrafo o un subastador. Ése es el objetivo”, añadió.

Los detalles de la intervención no han sido publicadas por el momento, por lo que poco más se conoce sobre Telepathy. En 2021 Neuralink publicó en YouTube un vídeo en el que aparecía un mono con un chip implantado en el cerebro jugando a un videojuego que controlaba desde la mente. En el vídeo, de tres minutos y medio de duración, el macaco Pager, de nueve años, juega a una versión del clásico videojuego Pong y cada vez que acierta recibe como compensación un batido de plátano que le es suministrado a través de una pajilla. Unos meses antes, Neuralink probó con éxito en cerdos un chip que, implantado en el cráneo, permitía medir la actividad cerebral de los animales.

La comunidad científica ha acogido con cautela el hallazgo anunciado por Musk, ya que no ha sido publicado en una revista científica como es lo habitual en cualquier ensayo clínico para que pueda ser revisado por otros expertos en el campo. El doctor Alfonso Pato, neurólogo del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHOU), asegura que una publicación en una red social no da validez científica al hallazgo. “Sólo se ha hecho en un paciente y no sabemos qué es exactamente lo que le han hecho ni el recorrido del estudio. Es necesario hacer un trabajo de investigación serio y que otros científicos comprueben que lo que se afirma es cierto. En el caso de los fármacos se exigen entre 2 y 3 estudios clínicos, con diferentes métodos, para comprobar que funcionan”, explica.

Según los neurólogos, implantar un chip en el cerebro tampoco es un hito como tal. Respecto a esto, recuerdan que desde hace años se colocan electrodos en el cerebro de pacientes con párkinson para mejorar los síntomas de movilidad y rigidez. A través de estos electrodos se registra la actividad neuronal, lo que permite que el dispositivo se autorregule según los síntomas en cada momento. También se emplean, con éxito, en pacientes con epilepsia y depresión refractarias.

En opinión del doctor Francisco Escamilla Sevilla, jefe de la Sección de Neurología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, el problema de Telepathy es el interés comercial subyacente. “Resulta un tanto peligroso que tales avances se estén desarrollando tan sumamente rápido, antes de que las legislaciones que protegen los derechos de los usuarios estén desarrolladas. Indudablemente todo tipo de avances es muy importantes de cara a los pacientes, pero tiene que haber seguridad en cuanto a la protección de los neurodatos, que no se modifiquen el libre albedrío y la autonomía de las personas, ni la identidad, personalidad, y que el acceso a tales terapias, cuando existan, sean equitativas. En definitiva, que se protejan los neuroderechos como una nueva forma de Derechos Humanos”, sostiene.

Desde un punto de vista tecnológico, el chip anunciado por Musk es un gran paso. Fernando Suárez, presidente Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (Cpeig) y del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería en Informática de España (CCII). “La posibilidad de implantar un chip como éste en el cerebro mediante un robot, que es parte también del avance tecnológico, es un avance científico y tecnológico muy importante. Es cierto que introduce unos posibles problemas éticos que, obviamente, hay que afrontar, pero con todo avance científico se introduce ese debate. Musk es controvertido y por la grandilocuencia con que lo presenta está sujeto a ese debate, pero no deja de ser un visionario, una persona que apuesta por la revolución tecnológica en muchos ámbitos”, sostiene el representante de los informáticos.

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