San José, con un impresionante golazo desde el medio campo que abrió el marcador, y Aduriz, con un triplete para la historia del equipo vasco, han liderado una noche de ensueño del Athletic ante el Barcelona, un choque que ha dejado más que encauzada la Supercopa de España para el conjunto rojiblanco de cara a la vuelta.

San José marcó desde casi 50 metros, desde el círculo central, en los minutos de dudas de Ter Stegen en la primera mitad y Aduriz apuntilló al Barcelona con tres goles de todos los estilos, con uno de sus estratosféricos cabezazos, oportunista en el área grande y de penalti. Todos ellos con Dani Alves como desgraciado protagonista.

Los errores del lateral brasileño no hicieron sino penalizar el mal partido del plan B de Luis Enrique de la delantera hacia atrás y hacer casi imposible el que hubiese sido el quinto título del ansiado sextuplete blaugrana.

El Athletic se ha redimido así de sus numerosas decepciones en finales de los últimos años, la mayoría de las veces además ante el Barcelona, y que se ve con la posibilidad de sumar su primer título en 31 años. Curiosamente, el último también fue una Supercopa, la primera que obtuvo. La que sumó sin jugar en su condición de campeón de Liga y Copa. Curiosamente, también, lo que es ahora el Barcelona.

Arrancó el partido con una posesión eterna del Barcelona, diez primeros minutos en los que el Athletic no hizo sino correr tras el esféricos y unos jugadores visitantes qu no lograban profundizar.

Se diría que el los de culés pretendían domar el ímpetu en la salida al campo de los leones. Ya así fue durante un rato. Hasta que los locales consiguieron merodear con peligro la primera vez la meta de Ter Stegen.

Se instalaron las dudas entre los de Luis Enrique a la hora de sacar el balón desde atrás, cada vez más agobiados por una presión rojiblanca cada vez más ajustada e intensa. Dudas sobre todo en la cabeza de Ter Stegen, que despejó ya fuera del área de una manera un tanto ingenua, hacia el centro y a la zona más poblada del campo, el círculo central.

Allí, donde lo único que suelen darse es disputas y más disputas, San José se relamía con el bombón que le caía a los pies y, raudo pero con la pausa precisa, mostró el buen golpeo de balón del que dispone. El disparo, perfecto, buscó la escuadra derecha de la meta de un Ter Stegen que pronto vio que no llegaba al despeje.

La primera y única aparición de Messi antes del descanso fue a balón parado. El argentino quiso emular su excelsa tarde de Tiflis en la estrategia y buscó la escuadra derecha de Iraizoz, que respondió con un paradón enorme. Despejó a córner el navarro.

Del empate, al segundo

Salió espoleado el Barça en la segunda mitad y lamió el 1-1 en dos grandes oportunidades. La primera, tras un despeje defectuoso de Laporte, Pedro la estrelló en el larguero; y en la segunda, Messi, que recibió de Suárez, se encontró por segunda vez con Iraizoz.

Cuando todo se encaminaba a que se restableciese la igualada, entre Sabin y Aduriz se fabricaron el 2-0, otro golazo. De un mal despeje de Alves a un centro desde la derecha de Susaeta llegó el 3-0. La pelota anduvo suelta un rato por el área hasta que le cayó a Aduriz, que la mandó de nuevo a la red. Como hizo también con el penalti de la frustración que cometió, casi irresponsablemente, Danis Alves tras el lanzamiento de un córner y con el balón en las manos de Ter Stegen.

Fueron quince minutos de ensueño para un Athletic que llegó a este partido falto de gol, pero con Aduriz, que en esa máxima expresión del fútbol es una garantía. Y un seguro para un choque de vuelta al que arribarán los de Valverde después de vivir, por una vez, una noche mágica ante el Barcelona. Que parecía imposible.