El Liceo tiene un final de temporada complicado porque se le han ido cerrando todas las puertas de los títulos que hasta hace menos de dos meses tenía abiertas, a tres puntos del liderato en la OK Liga, ahora a nueve, y con la Copa del Rey en el horizonte, donde fue eliminado en semifinales. El próximo compromiso para los verdiblancos será en la Liga Europea. Misión casi imposible para el conjunto que dirige Carlos Gil, que tiene que remontar el 6-0 que encajó en la ida de los cuartos de final en el Palau Blaugrana. El partido de vuelta se disputará en dos semanas, el sábado 2 de abril a las 16.45 horas con el Palacio de los Deportes de Riazor como escenario. En la plantilla liceísta son conscientes de la dificultad de darle la vuelta a la eliminatoria, pero quieren despedirse de la máxima competición continental a lo grande, con una victoria ante su afición. Quedan dos semanas para recomponer al equipo y recuperar a Josep Lamas, ya que Toni Pérez todavía tiene que esperar más para regresar a las pistas. Vencer por más de seis goles al Barcelona parece una odisea, sobre todo por el gran momento de los culés, que encajan una media inferior a los dos tantos por encuentro. El calor del Palacio puede convertirse en fundamental.