El Liceo se quitó un peso de encima consiguiendo el pase a cuartos de final de la Liga Europea a falta de una jornada para acabar la fase regular. El conjunto de Juan Copa empató a un gol frente al Lodi italiano y este punto fue suficiente para sellar el billete a la siguiente ronda de la máxima competición europea.

El choque fue precioso entre dos equipos que desplegaron su mejor juego, aunque los coruñeses acabaron pidiendo el pitido final con los nervios a flor de piel. En la primera mitad ambos conjuntos tuvieron ocasiones de gol, pero fue el Liceo el primero en golpear. En el minuto diez, David Torres consiguió adelantar a los coruñeses en el marcador con un tanto que al final del tiempo reglamentario valdría un pase a cuartos de final.

Pero la primera mitad no acabó así ya que a un minuto del descanso, Francesco Campagno consiguió el tanto del empate gracias a un libre directo por una tarjeta azul a David Torres. Así, con el uno a uno llegaron los dos equipos al tiempo de asueto.

La segunda mitad prometía emociones, y las tuvo. Quizás demasiadas para los corazones de los aficionados liceístas, que lo pasaron muy mal en varios momentos. El equipo italiano entró mejor en los segundos veinticinco minutos, más concentrado, y consiguió poner en serios aprietos a los jugadores de Juan Copa. El Lodi apretaba porque sólo le valía sumar tres puntos para poder seguir vivos en la competición, y a punto estuvieron de conseguirlos.

A lo largo de la segunda mitad, los visitantes lanzaron la bola dos veces al palo, una al travesaño e incontables al cuerpo de un gran Xavi Malián. El Liceo no era capaz de controlar el juego de los italianos y sufrió por momentos, aunque también tuvo sus ocasiones.

A falta de tres minutos para el final el partido se puso más emocionante si cabe ya que el Lodi tenía nueve faltas, a una del libre directo, y el equipo coruñés ocho, a dos de dar la oportunidad de gol a los italianos. Ambos equipos aguantaron esos ciento ochenta segundos sin cometer infracciones por lo que no hubo posibilidad de victoria a bola parada para ninguno.

En los últimos ataques los jugadores verdiblancos se colocaron en las cuatro esquinas del campo rival para mover la bola y dejar que pasara el tiempo. Y en los quince segundos finales el Lodi lo dio todo y colocó en pista a cinco jugadores de campo, quitando al portero pero ni así pudieron ganar.