Gustavo Munúa ya manda en el Fabril. Ayer por la mañana dirigió en Abegondo un primer entrenamiento que le sirvió para conocer a la "linda plantilla" que tiene a sus órdenes. El nuevo técnico del filial hereda una "base importante" de la etapa anterior con Cristóbal Parralo, quien hizo un "trabajo muy bueno" antes de dar el salto al primer equipo. "Las cosas se estaban haciendo muy bien con Cristóbal. Nosotros vamos a seguir por la misma línea, obviamente siempre intentando mejorar, que es de lo que se trata", avanzó en su primera rueda de prensa como entrenador del Fabril.

Sabe que el listón está alto, porque el filial está rindiendo a un gran nivel en Segunda B, pero confía en dotarlo de las herramientas necesarias para que siga practicando un fútbol atractivo para los espectadores. Para ello, quiere que el Fabril tenga "protagonismo en los partidos, si es posible con el balón" y que a la vez sea "fuerte y serio". Aspira a que el filial "presione bien", con "agresividad" y de forma "organizada". Otro objetivo será "dominar el partido con el balón" y generar "alternativas de pase para crear superioridades numéricas". Sobre su primera toma de contacto con el Fabril, asegura que se encontró con un grupo de "chicos con mucha ilusión" y con "ganas de captar y trabajar".

Las negociaciones cristalizaron "bastante rápido" y aceptó "por muchas razones, sobre todo porque es el Deportivo, porque hay un trabajo armado y porque hay buenos futbolistas". Será su primera experiencia como técnico en Europa después de haber dirigido al Nacional de Montevideo uruguayo y al Liga de Quito ecuatoriano. Para él, se trata de una "linda oportunidad para entrar en un club como el Deportivo y en Europa".

Firma hasta final de temporada por voluntad propia, convencido de que esa duración contractual es la más adecuada en estos momentos, y no mira más allá porque su único objetivo es "el próximo partido". Debutará el domingo a las 12.00 horas en el campo del Unión Adarve en una categoría, la Segunda División B, que califica como "muy competitiva" y en la que "nadie regala nada". "Todo es muy parejito, con campos difíciles como en el que vamos a jugar este fin de semana", indicó en referencia a la visita del domingo al estadio madrileño.

El exportero blanquiazul guarda un gran recuerdo de los seis años que militó en el Deportivo. No jugó demasiado pero siempre dio "lo máximo" por el equipo. Su enfrentamiento en el vestuario con Dudu Aouate marcó su etapa final en el club coruñés, al que tenía la esperanza de acabar regresando tarde o temprano como entrenador. "Hay cosas que se ven y cosas que no se ven. Que yo esté aquí significa mucho para mí. Es un orgullo. Siempre dejé el máximo. Por momentos pude jugar, y otros no, pero me fui con la conciencia tranquila. Es un club especial. Me abrió las puertas de Europa. Pasaron muchísimas cosas en el Dépor pero también yo pienso que las personas quedan y quizá por algo se da esta vuelta al Deportivo, por el feeling con la gente de la institución y la propia institución. Son cosas que yo valoro mucho. Estoy muy feliz de estar aquí. Sé lo que significa el Deportivo y estoy orgulloso de volver", recalcó Munúa.

Su compatriota Christian Berman llega con él para ser su ayudante en el banquillo dentro de un cuerpo técnico del filial en el que también figuran Manuel Pablo, el preparador físico Félix Martínez y el preparador de porteros David Fernández.