Laure: “Todo te recuerda que es un día grande, hasta cuando vas a comprar el pan”

El excapitán del Deportivo, protagonista de dos ascensos, describe los días previos a los partidos decisivos

“Es complicado darle normalidad, el mensaje del entrenador es importante”, expone el lateral

Laure, al lado de Marchena, saluda a los aficionados en Abegondo en el último entrenamiento antes del ascenso de 2014. |  // CARLOS PARDELLAS

Laure, al lado de Marchena, saluda a los aficionados en Abegondo en el último entrenamiento antes del ascenso de 2014. | // CARLOS PARDELLAS / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

La plantilla del Deportivo vive a lo largo de esta semana los que pueden ser los días previos a un ascenso tan necesario como esperado. El equipo lo tendría en la mano si derrota al Barça Atlètic el domingo (19.00 horas) en Riazor en la que es la primera oportunidad de confirmar el regreso a Segunda División. Es una semana distinta, marcada por esas opciones de alcanzar el objetivo, y a la que cuesta dar normalidad por más que se quiera. Lo saben bien quienes lo han experimentado en el Dépor relativamente hace bien poco. Laureano Sanabria, Laure, fue protagonista en los dos últimos ascensos del club, ambos a Primera División, y sabe bien lo que es vivir unos días así. “Aunque no quieras, el sentimiento esta ahí”, reconoce el excapitán blanquiazul.

Laure celebra un gol con Salomão en 2014. |  // L. O.

Laure celebra un gol con Salomão en 2014. | // L. O. / M. Otero

No hay manera de abstraerse de la posibilidad de alcanzar el objetivo porque todo alrededor se encarga de colocarte ante la realidad de que estás ante un partido de los decisivos. “Vas a comprar el pan y la gente te lo recuerda. Ves toda la ciudad vestida de gala, banderas por todos los lados... Eso, inconscientemente, te va recordando que es un día grande”, describe sobre esos días.

Laure vivió la experiencia que estos días afrontan Lucas, Villares, Mella, Yeremay, Pablo Vázquez y compañía en hasta dos ocasiones. La primera en 2012, contra el Huesca en Riazor en la penúltima jornada, y la segunda dos años después frente al Jaén también en casa y con un partido tan solo por delante. La presión existe en esos días, pero el defensa madrileño considera que debe influir más haberse ganado la posibilidad de ascender. “Es complicado darle normalidad”, reconoce. “El mensaje del técnico es importante, quitarle hierro al asunto, pero tiene que motivar más que estresar. Han hecho méritos suficientes para llegar con la cabeza libre”, reflexiona sobre la remontada protagonizada por el conjunto de Imanol Idiakez a lo largo de la segunda vuelta del campeonato.

El Deportivo se ha ganado el derecho a ascender esta misma semana si gana al Barça Atlètic pero aún le quedarían más balas. Lo mismo ocurría en 2012 y 2014, aunque el margen era menor por aquel entonces. El equipo posee ahora cuatro puntos de ventaja sobre el único rival que le puede discutir ya la primera plaza de la clasificación y las combinaciones le sonríen. Eso también es una baza. “Presión va a haber porque todo está preparado para que se ascienda”, expone Laure. “Eso de darlo por hecho al final siempre genera presión, pero va con el fútbol. Hay que tomarlo con naturalidad, quitarte esa presión sabiendo que tienes más oportunidades”, recomienda.

La plantilla ha convivido toda la temporada con esa exigencia por lograr el ascenso, más si cabe después de cuatro años en una categoría impropia para el club. Ocurrió algo parecido en aquellas campañas en Segunda en las que la obligación era regresar lo antes posible a Primera, aunque con matices. “El primer ascenso era una obligación, pero lo sufrimos. Había equipos muy fuertes y nos apretaron hasta el final para conseguirlo”, recuerda Laure. En la temporada 2013-14 el potencial de la plantilla ya no era el mismo, lastrada por los problemas institucionales derivados del concurso de acreedores. “El segundo... Me acuerdo de la pretemporada, sabíamos que había que ascender porque éramos el Deportivo, pero por dentro sabíamos que no teníamos ese equipazo para subir como todos suponían”, puntualiza el que fuera lateral derecho blanquiazul.

Por ese motivo, quienes vivieron esos dos ascensos, caso de Laure, Manuel Pablo, Juan Domínguez o Álex Bergantiños, recuerdan con más cariño el de 2014. “El primero lo disfrutamos más porque eran partidos muy abiertos, pero el segundo lo valoramos por el sacrificio”, subraya.

Laure formaba parte en su día del grupo “de la casa”, el que ahora ocupan unos jóvenes a los que mira con esperanza. “Siempre digo que las cosas malas tienen su lado bueno. Ahora están dos chicos destacando, gente que lo está haciendo genial como Mella y Yeremay, y seguramente si estuvieras en Primera o en Segunda, sería más complicado tener ese protagonismo. El sentimiento de casa para el deportivismo siempre es importante y ahora mismo el club lo tiene”, argumenta sobre las perlas blanquiazules.