El camino hacia un nuevo mapa territorial de Galicia ya está en marcha. Hoy se formalizará la fusión de los municipios coruñeses de Cesuras y Oza dos Ríos, que conformarán un único concello de 151 kilómetros cuadrados y poco más de 5.400 habitantes. Se trata de la primera alianza municipal de la comunidad en 44 años -tras la de Celanova y Acebedo en 1968- con la que se reducirá el número de ayuntamientos gallegos a 314 -93 en la provincia de A Coruña-. Esta fusión se enmarca en un contexto económico de crisis que dificulta a los concellos, en especial a los más pequeños, seguir en solitario haciendo frente al pago de gastos corrientes, nóminas y a la prestación de servicios con un presupuesto cada vez más raquítico.

La integración de municipios ha sido una fórmula defendida por el titular de la Xunta desde su llegada al Ejecutivo gallego para ahorrar costes y trámites. Y ayer, durante el debate del estado de la autonomía anunció la fusión de los dos ayuntamientos coruñeses que firmará hoy con el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo. La propuesta de suprimir administraciones locales también ha sido apoyada desde el organismo provincial y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).

La colaboración entre Cesuras y Oza se inició el pasado verano cuando los regidores trasladaron a la Consellería de Traballo la intención de poner en marcha una escuela infantil compartida por ambos municipios. Además el alcalde de Cesuras, Julián Lucas Ramírez, y su homólogo en Oza dos Ríos, José Pablo González Cacheiro, ambos del PP, también se plantean crear otras infraestructuras de interés común. La superficie de los dos concellos es similar -72,1 kilómetros cuadrados de Oza y 79,7 de Cesuras- y también su población -3.229 habitantes el primero y 2.225, el segundo-.

Tal y como adelantó ayer Feijóo la fusión de concellos ha dejado de ser "una teoría" para convertirse en "una realidad" con esta primera alianza. En su discurso, el presidente de la Xunta nombró hasta en treinta ocasiones el futuro del mapa municipal y reivindicó la necesidad de potenciar "una mayor cooperación" entre ayuntamientos a través de "una fusión práctica por la vía de los hechos o completa por la vía legal". "No tiene sentido que en territorio como el nuestro se gestionen los servicios de tres millones de habitantes a través de 315 órganos diferenciados", sentenció. En este sentido, reconoció que el proceso entraña "dificultades" y provoca "recelos" entre los responsables municipales y aclaró que si se trata de un modelo que trae mejoras deberían adoptarlo. Por eso, anima a los ayuntamientos a que lo intenten aplicar, aunque insistió en que la Xunta "no obligará" a nadie a dar este paso.

Para el secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, "las familias" estaban ayer pendientes de lo que se decía en el Parlamento "y si lo que podemos decir es que se fusionan Oza y Pontecesuras" en alusión a la fusión entre Oza dos Ríos y Cesuras. En ese momento se produjo un pequeño alboroto y risas en el hemiciclo e incluso se escuchó a la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, correjir a Vázquez: "Cesuras, Cesuras".

Un nuevo sistema territorial con menos municipios era uno de los objetivos del Gobierno de Feijóo, pero como la idea no convenció a los alcaldes gallegos, el Ejecutivo gallego comenzó abriendo el camino a la integración de administraciones locales con la aprobación de un decreto en octubre del año pasado en el que se primaba la concesión de ayudas a los concellos que crearan mancomunidades o consorcios para ahorrar costes y mejorar sus servicios. Galicia cuenta en la actualidad con más de 65 entes supralocales y en lo que va de año trece ayuntamientos se han unido en cuatro consorcios, nueve de ellos en la provincia de A Coruña.

El debate sobre la integración local empezó ya hace décadas, pero hasta ahora solo era una propuesta que no acababa de cuajar entre los concellos. El alcalde de Lalín, José Crespo, ha sido uno de los políticos que más ha apostado por estas uniones y en 2004 como presidente de la Fegamp promovió un estudio elaborado por la Universidade de Santiago donde se destacaba que las fusiones eran "viables" como recurso de futuro para atajar los males endémicos de los concellos.

Desde que Feijóo puso de nuevo el tema sobre la mesa varios organismos han apoyado su propuesta para reducir el mapa municipal. El presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, defendió desde su llegada al cargo la mancomunidad de servicios y la necesidad de sentarse a debatir sobre la fusión superando "la mentalidad localista" de Galicia aprovechando el hecho de que hoy siete de cada diez concellos están en manos del mismo partido, el PP. También el responsable de la Fegamp y alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, defendió la fusión de los concellos, aunque matiza que el problema no es solo el número de ayuntamientos sino también aclarar el sistema de competencias.

Cerca de 30.000 núcleos de población, más de 3.700 parroquias, 315 ayuntamientos, 53 comarcas y cuatro provincias. Esa es la actual organización territorial de Galicia, integrada por un total de 200 concellos con menos de 5.000 habitantes y 54 que no llegan a los 1.500. Este mapa cambiará a partir de hoy con la fusión de los municipios coruñeses de Cesuras y Oza tras cuatro décadas sin eliminar ningún concello.

Desde la Xunta, ya advirtieron de que hay estudios que consideran "imposible" la suficiencia política, financiera y técnica de un municipio con menos de 1.500 habitantes. No obstante, el Ejecutivo gallego plantea la fusión o la integración como una alternativa. Pero el umbral mínimo que fija para un concello el Círculo de Empresarios de Galicia -5.000 habitantes- supondría la supresión de la mitad de los consistorios de la comunidad. El informe del club financiero alerta de que no solo la mayoría de municipios gallegos sino también varias comarcas no llegan a ese umbral de eficiencia marcado en los 5.000 habitantes por lo que estima imprescindible reordenar el mapa territorial. Y por ello, propone reducir el número de entidades de población en Galicia en un 50%, algo que asegura "es posible", aunque también reconoce las reticencias de los políticos dado que la mitad de los concejales gallegos pertenecen a municipios de menos de 5.000 habitantes.

Entre las propuestas de fusión que apunta el informe del Círculo de Empresarios de Galicia, estaba la integración de Cee y Corcubión, basándose en la ley de administración local, que contempla "la fusión cuando se confunden núcleos de población que son capitalidad de los respectivos municipios". En Pontevedra, los empresarios proponen fusionar los municipios del Val Miñor -Baiona, Gondomar y Nigrán creando un gran ayuntamiento de casi 50.000 habitantes; así como anexionar Mos a Vigo y Pazos de Borbén y Fornelos de Montes a Redondela. Otras tres grandes fusiones afectan a concellos de las comarcas de Meira (A Coruña) y Terra de Caldelas y Terra de Trives, en Ourense, ya que ninguno de los casos superaría los 6.000 habitantes. Pese a estas recomendaciones la primera fusión la protagonizarán Cesuras y Oza.

Como ejemplos, el informe pone distintos países de Europa: mientras en Alemania, Suecia o Dinamarca el número de ayuntamientos descendió alrededor de un 80% entre 1950 y 1992, en ochenta años en Galicia solo se redujeron un 2%, de los 322 municipios que se contabilizaban en 1918 a los 315 actuales. Y desde e11980 no se han producido nuevas fusiones. Al contrario, tres segregaciones: Cariño se escindió de Ortigueira, en 1988; Burela de Cervo, en 1994, y A Illa de Vilanova, en 1997.