Galicia tiene un problema demográfico serio. Si la situación no varía en la comunidad, dentro de dos décadas uno de cada cinco concellos tendrá al menos la mitad de sus habitantes con más de 65 años, lo que no solo reducirá su dinamismo social y económico, sino que podría generar un problema a la hora de hacer frente tanto al pago de pensiones (entonces la jubilación será a los 67) como a la atención de los mayores. Habrá mucha menos fuerza laboral para cotizar y gran parte de la población estará fuera o a punto de salir del mercado de trabajo.

Esta perspectiva es la que tiene sobre su mesa la Consellería de Traballo e Benestar, que maneja una evolución preocupante de la situación demográfica en la comunidad, motivo por el cual confía en implementar cuanto antes las medidas de su plan de revitalización, enviado al Parlamento el viernes. En un mes prevé consensuar con los tres partidos de la Cámara las medidas que aplicará en primer lugar. En su opinión es urgente hacer frente al problema, pues en apenas dos décadas el número de ayuntamientos con entre el 42% y el 64% de ciudadanos con más de 65 años casi se duplicará, pasando de los 35 actuales a 61.

El problema, sin embargo, va más allá, pues la evolución que prevé Benestar muestra un envejecimiento acusado en toda Galicia, especialmente significativo en el interior de Ourense y la montaña lucense, que aglutinan la mayor parte de esos concellos en los que los "jubilados" superan a los jóvenes.

En estas previsiones, que acompañan al plan de revitalización demográfica, A Coruña y Pontevedra aparecen como las zonas más resistentes al envejecimiento, como se aprecia en las evoluciones que acompañan esta información. Pero con salvedades importantes. Una de ellas es el agravamiento del problema demográfico en A Costa da Morte y las comarcas del litoral sur coruñes. Esa zona de la provincia es una de las que más se oscurece en el mapa de previsiones que maneja Benestar a partir de datos poblacionales del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Dentro de esa tendencia, destacan seis concellos que ascienden dos franjas en la intensidad de su envejecimiento. De unos ratios de entre el 26% y el 33% de ciudadanos mayores de 65 años pasan directamente al porcentaje más grave: entre el 41% y el 64%. Se trata de los municipios de Malpica, Muxía, Carnota, Outes y Mazaricos, si bien la tendencia se reproduce hacia algunos ayuntamientos del interior de la provincia.

La otra cara de la moneda en esta provincia son Ames (el concello más joven de Galicia), Ribeira, Narón y A Coruña, donde el peso de la población mayor seguirá siendo bajo. También en los entornos de Vigo y de Pontevedra se manejan porcentajes de entre el 7,2% y el 26% de población mayor de 65 años, algo que apenas se produce en el resto de la comunidad. En la provincia pontevedresa, de hecho, solo tres concellos sufrirán un severo problema de envejecimiento en dos décadas: Rodeiro, Dozón y Forcarei. En todos ellos la mitad de su población superará los 65 años.

Lugo y Ourense capitalizan la mayor parte del problema, con la montaña lucense a la cabeza. El envejecimiento afectará especialmente a concellos como Pedrafita do Cebreiro, Cervantes, A Fonsagrada, Ribeira de Piquín o Navia de Suarna, así como a concellos del norte cercanos a la Mariña como Muras, Ourol o Valadouro.

Ourense, por su parte, experimenta el efecto más trágico de esta situación, con la mayor parte de los concellos más envejecidos en su territorio. De hecho apenas dos ayuntamientos se encontrarán por debajo del 20% de mayores entre sus ciudadanos dentro de dos décadas: Barbadás y Pereiro de Aguiar, según los pronósticos de Benestar. En Lugo no habrá ninguno. Y es que los municipios más juveniles se reducirán a la mitad en estas dos décadas. En la actualidad, 72 concellos cuentan con una tasa de mayores de 65 años de entre el 7,25% y el 19,6%, pero esa cifra pasará a apenas 30 en dos décadas. Es decir, en el año 2030 casi uno de cada diez concellos contará con menos des del 20% de sus habitantes por debajo de los 65 años, lo que también supondrá un problema para el mercado laboral y para mantener la actividad económica de la comunidad. Son los alrededores de Vigo y Pontevedra los que mantienen el mejor comportamiento de Galicia, aglutinando la mayoría de estos concellos jóvenes, convirtiéndose así en un oasis dentro de la comunidad.

La Unión Europea mira de reojo a Galicia por su problema demográfico. De hecho, únicamente Asturias presenta una tasa de natalidad inferior a la gallega: 1 hijo por mujer en edad fértil por 1,1 en el caso gallego, según datos de Eurostat, si bien las estadísticas que maneja la Consellería de Benestar sitúan esa cifra algo por debajo: 1,08.

De las 303 regiones analizadas por Eurostat, Galicia solo es igualada en su tasa de reposición de población por Castilla León, Cerdeña (Italia), Opolskie (Polonia) y Západné Slovensko (Eslovaquia). El resto, es decir, 197 regiones europeas presentan un mejor comportamiento que el gallego, por lo que el Parlamento autonómico decidió crear una comisión parlamentaria específica. De ello hace casi dos años.