Organizaciones de productores (OPL) para tener un sector "fuerte y estructurado" a la hora de negociar con los otros eslabones de la cadena alimentaria -industria y distribución- y "no estar sujeto siempre a los vaivenes de la evolución del mercado internacional". Esa es la receta de la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, para solucionar la crisis del sector lácteo, según recordó ayer en un encuentro con periodistas. La titular del departamento autonómico recordó que Galicia fue la primera comunidad que aprobó en 2009 un decreto para fomentar la organización de productores. La Xunta pretende ahora dar un pasó más y, según anunció ayer Quintana, en las ayudas que se concedan al sector se "priorizará" a los ganaderos que formen parte de una OPL. Quintana insistió en que en las nuevas órdenes de subvenciones del Plan de Desenvolvemento Rural (PDR) -que repartirán entre el sector lácteo de la comunidad unos 500 millones de euros desde el próximo octubre- se otorgará más puntuación a las peticiones que procedan de organizaciones de productores.

Galicia cuenta casi con 40 cooperativas y solo dos OPL reconocidas legalmente: Aprolac y Unión Leiteira Galega (Ulega). "No tenemos estructura del sector porque mientras que Holanda tiene dos cooperativas para el país y nosotros 38", indicó la conselleira, quien señaló que tratará de hacerle entender a los ganaderos que una de las soluciones a los bajos precios de la leche en Galicia -28 céntimos por litro frente a los 30 de la media estatal y un millar por debajo de los 22 céntimos- pasa por una organización fuerte. Entre sus ventajas destaca las competencias que les otorga la Unión Europea (UE) a estos colectivos para "planificar su producción, acordar precios o participar en la transformación del producto" y así establecer un precio "digno" y no ser un sector "débil" en las negociaciones. "De esta crisis tenemos que sacar lecciones todos y de la necesidad que todos tenemos de construir el sector que pasa por la organización aprovechando que tenemos explotaciones eficientes", afirmó la titular de Medio Rural. Desde el Ministerio de Agricultura también achacan las diferencias de precios entre comunidades a la capacidad de los productores para organizarse.

Mientras que las administraciones reclaman a los ganaderos que creen una estructura sólida, los sindicatos siguen reclamando en sus movilizaciones con los tractores en la calle "un acuerdo a la francesa" que permita un incremento directo de los precios. Quintana declaró que no está dispuesta a "dar un solo paso en falso" para que el día que abandone su puesto en la consellería "no deje un lío al sector productor". En este sentido, recordó que el año pasado recibió un escrito del Tribunal de Defensa de la Competencia en el que se le advertía de que las reuniones en 2008 en la Consellería entre las tres partes del sector "podrían ser objeto de sanción". La Xunta estudia soluciones para el sector pero "todas dentro de la ley". En una de las líneas de trabajo-aseguró Quintana- se mejorarán los controles necesarios para ser capaces de "transparentar" la construcción de precios en la cadena y "repartir los beneficios según el esfuerzo de cada uno".