El Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) es el IRPF para los que no viven en España, pero obtienen rentas en el país. Es decir, este impuesto afecta a todos los contribuyentes que residen en el extranjero pero poseen una vivienda en España (no es necesario que el inmueble esté alquilado); disponen de cuentas bancarias con rendimientos de intereses, plazos fijos o fondos de inversión; poseen una participación en un negocio (tienda, empresa...), realizan y cobran un trabajo puntual en el país o venden un bien mueble (cuadro, coche?) o inmueble en España.

También entran dentro de este apartado las retribuciones de los administradores y miembros de los consejos de administración de empresas que residen en el territorio nacional y las pensiones y prestaciones similares cuando derivan de un empleo prestado en suelo español.

Además, también tienen que abonar este gravamen los extranjeros que residan en España por razón de su cargo o empleo.

¿Cuándo se considera que una persona no reside en España? Cuando ha pasado más de la mitad del año (183 días) fuera del país. También puede suceder que a pesar de pasar más de la mitad del año en el extranjero sea considerado residente en España al tener el núcleo principal de sus intereses económicos y personales en España. A nivel nacional, el Estado recaudó en 2015 por este concepto 1.639 millones, un 15% más que el ejercicio anterior.