El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Miguel Ángel Cadenas, está preocupado por las consecuencias de la huelga indefinida que mantienen los funcionarios desde el 7 de febrero. Por eso, solo tiene una petición para Xunta y sindicatos: "que negocien, que se sienten a pactar" porque cada vez es "más apremiante".

Cadenas, en una entrevista a Europa Press, reconoce que es "indudable" que "la tutela judicial efectiva" en Galicia "está sufriendo" debido a los paros y por eso insiste en que se llegue a un acuerdo cuanto antes, porque, sostiene, "prácticamente hay una situación de casi paralización en la actividad jurisdiccional".

El presidente del alto tribunal gallego hace una llamada al diálogo para solventar una situación que reconoce complicada y apunta que, por el momento, no se puede computar el impacto ni concretar si los 15.000 juicios suspendidos a los que aluden los sindicatos es una cifra exagerada, como cree la Xunta. "Se han suspendido muchos. ¿Cuántos? Yo no puedo refrendarlo. Quizás, en muchos casos, porque el propio mecanismo de la huelga no hace fiable tener datos sobre el particular", reflexionó, antes de manifestar que no quiere entrar "en guerras de cifras". Cadenas también avanzó que se ha dirigido a los jueces encargados del registro civil en toda Galicia para que informen sobre si se está produciendo alguna disfunción o anomalía en cuanto a las inscripciones de nacimiento y defunciones.

En cuanto a las posturas de las partes que han derivado en este conflicto y su enquistamiento, Miguel Ángel Cadenas prefirió mantenerse al margen. "No quiero meterme", defendió.

Por su parte, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pidió a los sindicatos que negocien con "responsabilidad" y "sin posturas inamovibles, ni líneas rojas, ni cifras inasumibles". El también conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza explicó que el Gobierno gallego volverá a convocar una mesa de negociación "esta semana", pero dejó claro que está "muy lejos" de lo propuesto por las organizaciones sindicales. "No podemos ni vamos a aceptarlo", zanjó.