Los padres de la alumna musulmana trasladada de centro el último día de curso por negarse a quitarse el hiyab en las aulas del colegio Novo Arteixo tiene previsto denunciar ante la Fiscalía de Menores el trato que el director del centro ha dispensado a su hija. Su intención se da a conocer el mismo día en que los padres recibieron la notificación del traslado del centro, que llegó a su domicilio por correo certificado un día después de que el director, con el que LA OPINIÓN intentó ayer contactar sin éxito, impidiese a la niña acceder al centro y le privase de la fiesta de fin de curso. Por este motivo, la familia, según su letrado, denunciará al director.

El abogado de la familia, Iván Jiménez-Aybar, se reunirá hoy con el fiscal para pedirle que se persone de oficio en el caso, después de que el máximo responsable del colegio increpase a la pequeña delante de sus compañeros, según denuncian los padres y otros progenitores, y le impidiese permanecer en el centro sin cerciorarse antes de que su expediente académico estuviese ya en poder del nuevo colegio de acogida.

Su premura en materializar el traslado hizo que la pequeña permaneciese más de dos horas sin escolarizar "un día tan significativo" como el de fin curso, como recalcaba ayer el asesor jurídico de la familia, el catedrático en Derecho Eclesiástico Juan Ferreiro. "Se precipitó, se dejó llevar por la fobia y las ganas de humillar a la niña", criticó este docente, que ve "inconcebible" su actitud desde el punto de vista pedagógico. "La educación es sagrada y una persona que no puede controlar la ira, y sobre todo la fobia, no puede ser director de un colegio", sostiene. "Su actitud raya la prevaricación", prosigue este docente, que cree que tras la actitud del director podría haber "indicios delictivos de incitación a la discriminación".

Comparten su opinión varios padres, "indignados" con el proceder del director, que mostraron ayer públicamente su apoyo a la menor. Uno de ellos, Jorge Ríos, contó el relato de los hechos que le hizo su hija, compañera de clase de la niña sancionada. "Cuando nos contó lo que había pasado nos quedamos de piedra", relata. "Nos dijo que el director irrumpió en el aula, señaló con el dedo a la niña y le dijo a gritos que no la quería ver, que ella ya no era de ese colegio. 'Tú ya no perteneces a este centro', le gritó ante sus compañeros. La hizo llorar".

El incidente no quedó ahí, asegura este progenitor, que contrastó el relato de su hija con "otras amigas de clase". "Nos dijeron que la profesora le interrumpió y le dijo si antes de que se fuese le podía dar un álbum con fotos; el director le respondió: 'Dale las fotos y que se vaya'. Después se volvió al resto de los alumnos y les dijo: 'Que quede claro que quien quiera hacer algo contra mí no va a poder, aquí quien manda soy yo'", asegura que le contó su hija. "¿En manos de quién dejamos a nuestros hijos?", se preguntaba ayer este padre, que considera el hecho "totalmente inaceptable".

La Consellería de Educación, que hasta ahora guardó silencio, anunció ayer que abrirá una investigación para comprobar "si los hechos que se le imputan al director son ciertos". Será, dice, su "primera medida". El Foro Galego de Inmigración acusó a la Xunta de inhibirse en este caso y finalizar de "forma inaceptable el conflicto". Desde el Foro creen que la extensión de este tipo de actuaciones "podría derivar en una situación intolerable de separación del alumnado por creencias religiosas".