El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Betanzos ha imputado por homicidio al vecino de Pontedeume de 65 años e iniciales A.F.C. que supuesamente apuñaló en la madrugada del sábado al domingo a un menor de 17 años, F.S.G., al que sorprendió en su vivienda.

La jueza ha dejado al acusado en libertad con cargos y sin fianza, con la obligación de comparecer diariamente en el cuartel de la Guardia Civil más cercano a su domicilio, según informaron ayer desde el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

La juez decretó el secreto del sumario después de tomar, ayer, declaración al detenido, que pasó la noche del domingo en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Ferrol y que abandonaba el juzgado acompañado por varios familiares. Su mujer, que presenció el suceso, prestó también ayer declaración ante la juez.

Fuentes cercanas a su familia sostenían ayer que el detenido, que no tiene antecedentes penales, se encontró de bruces con el joven en su casa, y que, movido por el miedo y tras un forcejeo, lo apuñaló con un cuchillo de cocina. Según conocidos del imputado, el arrestado solo pretendía defenderse y en ningún momento quiso matar al joven, que asaltó su casa por motivos que aún investiga la Guardia Civil, que mantenía ayer el robo como principal hipótesis.

El joven fue enterrado ayer en el cementerio parroquial de Serantes, en Ferrol, municipio en que residía con su familia, muy conocida en la zona. Centenares de personas, entre familiares y allegados, arroparon a sus padres y tres hermanas en las exequias, que se celebraron a las cinco de la tarde de ayer.

El cuerpo de F.S.G recibió sepultura sin que se hayan despejado las incógnitas que rodean este suceso, que ha conmocionado a los vecinos de Pontedeume y Ferrol. La familia del menor guarda silencio y pide respeto. Compañeros del fallecido en el instituto aseguraban ayer a los medios que era un "buen chaval", estudioso y deportista.

Los hechos se remontan a la tarde del pasado sábado. El joven se desplazó a Pontedeume en compañía de una de sus tres hermanas y varios amigos. Según informó la Guardia Civil, en un momento de la noche se "despistó" de la pandilla. Alrededor de las dos de la madrugada, y por motivos que se investigan, penetró en el interior de la vivienda del agresor, ubicada en el número 37 de la avenida de Ferrol. La casa ocupa un segundo piso y se puede acceder por una escalera que da a los portales, ubicados en la parte trasera del inmueble. El instituto armado sostiene que el joven asaltó la casa cuando se encontraba vacía y que, al poco tiempo regresó el matrimonio y se lo encontró de bruces. Otras fuentes cercanas al caso sostienen, por el contrario, que el agresor y su mujer se encontraban durmiendo en el momento en que el joven asaltó la casa. Supuestamente, hubo un forcejeo que terminó con una puñalada. Allegados de la familia del detenido decían ayer que fue la mujer la que le proporcionó el cuchillo durante el forcejeo, un extremo que no ha confirmado la Guardia Civil.

El joven logró huir por una ventana, según el relato de los hechos que facilitó el instituto armado, y murió desangrado a unos quinientos metros de la vivienda. Varios vecinos aseguran que llamaron a la Policía Local tras oír gritos. La Guardia Civil, sin embargo, mantuvo ayer que fue el propio detenido quien les dio el aviso.

Conocidos del detenido se mostraban sorprendidos por el suceso. Sostienen que era un "hombre pacífico", muy conocido en Pontedeume, donde dirigía con sus hermanos un taller de carpintería. A.F.C. fue también concejal hace ya más de veinte años en el Concello de Pontedeume, según informaron varios integrantes de la Corporación local.