Casi la mitad de las plantaciones de eucaliptos de las comarcas de Bergantiños, Soneira, Fisterra, Xallas y Muros están afectadas por el denominado gopnitero, una plaga que daña gravemente este tipo de árboles y produce cuantiosas pérdidas económicas. La Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga) denunció ayer la situación y reclama a la Xunta su implicación para atajar el problema cuanto antes. La entidad calcula que el 47% de las 82.500 hectáreas de eucaliptal de alta productividad que se contabilizan en la zona sufren graves daños debido a esta epidemia, que provoca que el árbol se acabe secando.

Esta plaga impide el crecimiento de unas 212.000 toneladas de eucalipto en las cinco comarcas, que, según un estudio de Asefoga, supone unas pérdidas anuales de 6,8 millones de euros a sus propietarios. Además, se calculan otros tres millones de pérdidas al año que se dejan de generar en la tala de madera, equivalentes a 32 empleos directos y otros 12 indirectos. El estudio de la entidad cifra en 37,6 millones de euros el valor de la pasta de papel que se deja de producir cada año, lo que suma un total de 47 millones de euros en pérdidas.

El secretario de Asefoga, Jacobo Feijoo, asegura que la madera que se deja de producir por esta plaga abastecería la mitad de una fábrica de tableros similar a la de Santiago de Compostela o Padrón. Las pérdidas de producción de la madera son similares a las que habría si ardiesen unas 2.140 hectáreas de monte arbolado cada año. Además del aspecto económico hay que sumar un impacto ambiental negativo, ya que esta plaga evita la fijación anual de 660.000 toneladas de CO2 atmosférico, lo que equivale a las emisiones anuales de unos 260.000 vehículos a motor, según precisó Jacobo Feijoo. Esta epidemia provoca la caída de las hojas, por lo que habrá un mayor riesgo de incendios en los bosques.

Desde Asefoga reclaman la implicación de la Xunta para atajar este problema, ya que, en caso contrario aseguran que irá aumentado cada vez más. Jacobo Feijoo reconoció que la Administración emplea una lucha biológica para terminar con esta plaga, pero no resulta efectiva, por lo que insiste en que deben "multiplicarse los esfuerzos" para combatirla debido a las cuantiosas pérdidas económicas que supone. El secretario de Asefoga destaca que se trata de un "coste ridículo" para la Administración, sobre todo si se compara con las pérdidas económicas que genera.

Esta plaga afecta principalmente al eucalipto blanco, que es la especie predominante en la zona. Además, las plantaciones de los ayuntamientos del interior sufren mayores daños que los de lugares costeros.