La nueva rotonda de Sabón debe ser una realidad en 2013. Y el Concello de Arteixo está dispuesto a romper su hucha para agilizar los plazos. No es el único que se plantea rascarse los bolsillos por la causa. La Diputación podría poner también su granito de arena. Al menos si su presidente, Diego Calvo, accede a la solicitud del alcalde arteixán, Carlos Calvelo, que no sólo negocia con la Xunta para que amplíe la partida consignada en 2012 a la obra, como informó al pleno, si no que se plantea darle un anticipo al Gobierno gallego. Eso sí, con vuelta, advierte.

Con esta inusitada propuesta, el Ayuntamiento pretende agilizar los plazos de una obra "muy necesaria" y que la Xunta ha aplazado hasta 2015 para "priorizar las infraestructuras en marcha". "De momento no hay nada", aseguraban ayer desde la Diputación. "Solo hubo unas conversaciones", añade un portavoz de la institución provincial.

El Gobierno local de Arteixo tampoco quiere ser el primero en sacar la cartera. Sería una solución de urgencia, matiza. El último de los remedios si no prosperan sus peticiones ante la Xunta, recalcaba ayer un portavoz municipal.

La asociación de empresarios aplaude la iniciativa. Su presidente, Manuel Rivas, alcalde a su vez en Cambre, insistía ayer de nuevo en la necesidad de acortar los plazos de una obra que no sólo daría carpetazo a los atascos, sino que redundaría en beneficio de toda la actividad del polígono. Hay muchos empleos en juego, advierte.

Los representantes de ambas instituciones y del colectivo industrial no solo comparten argumentos, también siglas. Las mismas que abandera el Gobierno gallego, con el que negocian otras soluciones.

Los que no comparten la propuesta del alcalde son los grupos de la oposición en Arteixo. Están de acuerdo en la urgencia de la obra, pero recuerdan que es competencia de la Xunta y que la crisis no solo sobrevuela San Caetano.