Gonzalo García es el nuevo presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Arteixo, tras sustituir en el cargo a Juan Manuel García Lorenzo. El colectivo, que lleva catorce años en funcionamiento, celebró el pasado 15 de enero una asamblea general en la que se renovó la directiva.

-¿Cómo fue su elección? ¿Se postuló usted como candidato?

-No, en absoluto. Llevo doce o trece años de socio y nunca se me había pasado por la cabeza presidir la asociación.

-¿Qué sucedió entonces?

-Se celebró una asamblea el pasado 15 de enero porque la anterior directiva, por motivos personales, dejaba el cargo y no hubo ninguna candidatura. Se pidieron voluntarios para que la asociación no desapareciese. Nos anotamos una serie de personas, hubo una reunión y nos repartimos los cargos.

-Lo nombraron presidente y aceptó al momento.

-Así fue. Tuve miedo a que la asociación muriese, no lo podía permitir.

-¿Cuántos socios tiene el colectivo de jubilados?

-Somos 517. La mayoría superan los 75 años y tenemos gente que supera ya los noventa. La media de edad es muy alta.

-¿Pretende continuar en la misma línea que su antecesor o propone cambios?

-Nuestra intención es seguir en la misma línea de las anteriores directivas, sobre todo de la última, que realizó una labor estupenda.

-Transcurridas tres semanas desde que ha tomado posesión, ¿cómo se enfrenta al cargo?

-Con ilusión pero con la responsabilidad que conlleva mantener el nivel de los últimos años. ¡Es más difícil de lo que pensaba! (risas). Además contamos con la colaboración de la anterior directiva, que continúan como miembros de la asociación.

-La asociación es, junto con el Ayuntamiento, el principal dinamizador de la vida social de los mayores en Arteixo

-Así es. Organizamos múltiples actividades. Algunas en colaboración con el Concello, como el baile de adultos, el coro o la Feira Histórica 1900, y otras de forma unilateral, como las comidas o los viajes, que tienen un gran éxito.

-¿Cuál es la finalidad de este colectivo?

-Pretende dar solución a la soledad en la que viven muchas personas mayores. Es una forma de salir de casa. Somos una gran familia, pasamos muchas horas juntos.

-Por la edad de los socios se puede pensar que se trata de un colectivo poco dinámico. ¿Es así?

-No, en absoluto, somos muy participativos. Organizamos un montón de actividades. En los viajes de cuatro o cinco días siempre se agotan las plazas; lo mismo sucede con las comidas. A diario nos reunimos en el centro social A Baiuca y jugamos a las cartas; hay campeonatos de tute; también bailes; gimnasia; la exposición de fotos que preparamos para la feria...Siempre hay cosas que hacer.

-Como asociación, ¿cuáles son sus necesidades?

-Principalmente económicas. El Concello colabora con nosotros y los socios aportan una cuota anual de doce euros pero para cualquier actividad que se quiera hacer, se necesita dinero. Hay que ajustar el presupuesto lo máximo posible.

-Dice que lleva trece años como socio de la asociación de jubilados. ¿Qué le llevó a formar parte del colectivo?

-Tenía amigos que estaban en la asociación y me contaban lo que hacían y me pareció interesante. Así que me inscribí, por salir de casa y estar con gente.