En noviembre de 2016 está previsto que 27 propietarios reciban las llaves de las viviendas de protección autonómica que ahora se construyen en Santa Cruz, frente al hotel Portocobo. La promoción, al igual que la de ocho pisos en la capital municipal de Oleiros, se desarrolló mediante el sistema de cooperativa. En el caso de Santa Cruz, sin embargo, hubo que realizar un cambio de estrategia para que el proyecto no se paralizase de forma definitiva, después de llevar ya cuatro años de tramitación: vender la parcela que habían comprado al Ayuntamiento a un promotor y dejarle a él la iniciativa. Este promotor es Urbanizadora Herculina SL, una empresa fundada en 1991 por uno de los hermanos Jove, Ángel.

El Concello sacó a concurso la venta de la parcela municipal de Santa Cruz, en la rúa María Soliña, a finales de 2010. La parcela, de 1.482 metros cuadrados, se licitó por 405.965 euros sin IVA. La cooperativa constituida sin embargo fue registrando distintas bajas al no hallar bancos que le concediesen un crédito ante la situación de grave crisis económica. Para evitar el bloqueo definitivo optaron por vender el terreno adquirido al Ayuntamiento a la promotora Urbher el pasado mes de abril. El promotor asume así el coste de la construcción del edificio (e intentará comercializar después los pisos no comprometidos al producirse tres vacantes de cooperativistas) que tendrá dos plantas sótano para garajes, bajo y dos plantas. En total serán 27 viviendas y sus respectivos trasteros además de 54 plazas de garaje. La licencia de obra del inmueble es de 2010 aunque la fecha de resolución es de mayo de 2014.

Los obreros ya tienen adelantada la excavación y cimentación, con los pilares de la primera planta sótano ejecutados. Los trabajos requirieron una importante excavación para rebajar la altura del terreno. De hecho una imagen curiosa que puede verse y que denota la altura que tenía la parcela es que se excavó todo alrededor de un viejo pozo, que sin embargo no fue demolido. El pozo está así suspendido a unos cuatro metros de altura, flanqueando lo que será el futuro acceso a los garajes del inmueble de viviendas de protección.

Este pozo, según los vecinos del entorno, pertenecía a los anteriores dueños de la finca que lo construyeron y luego cuando quisieron hacer la vivienda, el planeamiento urbanístico no se lo permitió.