Alumnos de colegios de Cambre y Culleredo volvieron a sufrir ayer problemas con el menú en sus comedores escolares. Profesores o directores tuvieron que encargar pizzas o bocadillos para no dejar a los niños sin comer después de detectar nuevas deficiencias en las raciones enviadas por la empresa concesionaria del servicio, Servicol. El alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, exige a la Xunta que rescinda el contrato y cambie de empresa. El Gobierno local de Culleredo reclama el Ejecutivo autonómico tomar "medidas inmediatas de una vez por todas" para que la situación vivida ayer y en varias ocasiones desde el inicio del curso "no se vuelva a repetir".

Las barquetas en las que ayer se trasladó hasta los colegios la comida y en las que debía ser calentada se derretían con el calor en el horno. Algunas de las que contenían caldo, además, habían llegado abiertas a los colegios. En el Sofía Casanova, de Vilaboa, en el colegio de Sigrás y en el Portofaro se observó que el caldo se encontraba en mal estado tras calentarlo. En el Ría do Burgo y en el colegio de O Graxal, sin embargo, al percatarse los responsables del comedor o recibir aviso de lo ocurrido en otros centros, buscaron alternativas para calentar la comida en otros recipientes. Los problemas provocaron que en algunos centros los niños comenzasen a comer con una hora de retraso. En otros casos, los responsables de los escolares decidiesen encargar bocadillos, solución adoptada en Sigrás, o pizzas, opción elegida en el Sofía Casanova.

El alcalde cambrés exige a la Xunta que rescinda el contrato a la concesionaria tras repetidos problemas en el servicio. "Tras la recogida firmas de los padres ante los frecuentes problemas del servicio, la mejor solución al conflicto es que la administración autonómica revise la concesión", sostiene el regidor cambrés, que ayer visitó los centros y habló con los directores para conocer lo ocurrido y, después, trasladó su queja al jefe de gabinete del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras intentar sin éxito contactar con el mandatario autonómico. El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, reclama al Gobierno gallego "medidas inmediatas y urgentes" para erradicar "de una vez por todas" los problemas. Defiende que "la Xunta, como administración responsable, debe actuar ya con los medios oportunos que tenga a su disposición para asegurar que el servicio se preste en las condiciones necesarias de salubridad y calidad".