"El otro día estaba asomado en la ventana de la cocina y me saludaron. Era un conocido que iba por la parte de arriba de la rotonda", explica un vecino que vive al lado del nivel superior de la rotonda de Sabón. Las ventanas de su piso están a apenas diez metros del nivel superior de la glorieta. Esta es una de las consecuencias de la reforma que el Gobierno gallego realizó en esta infraestructura. El nivel elevado queda entre la primera y la segunda planta del edificio que está en la esquina de la travesía de Oseiro y la avenida Platas Varela. Los vecinos llevan un año en esta situación sin que la Xunta les explique si instalará unas mamparas.

Los vecinos aseguran que ningún miembro del Gobierno gallego se ha reunido con ellos y que no se han hecho mediciones en el interior del edificio. La Xunta anunció en noviembre de 2014 que analizaría el impacto visual y auditivo en los pisos más cercanos. La Consellería de Infraestruturas e Vivenda no ha explicado el resultado de estos estudios a este diario.

Los residentes de este edificio solicitan una reunión con la Xunta para explicarles la situación y analizar si es posible la instalación de estas pantallas en la glorieta. El diputado autonómico del PP Gonzalo Trenor explicó este mes en el Parlamento de Galicia que el Gobierno gallego "está dando solución" a la demanda de estos vecinos y que no es un problema de ruidos" y que es de "impacto visual". El diputado intervino tras una proposición no de ley presentada por el PSOE para que el Ejecutivo gallego instalase las pantallas.

Los residentes enviaron un escrito a la Xunta para advertir del impacto de la reforma de la rotonda de Sabón sobre este edificio medio año antes de que se acabase la obra de la rotonda. No recibieron respuesta, según indica un portavoz de los vecinos. Varios meses después presentaron un nuevo escrito dirigido a la Consellería de Infraestruturas en el que advierten de la "falta de intimidad" y del ruido que producen los coches, ya que sus ventanas apenas están a diez metros de la rotonda elevada. La solución que reclaman es una mampara de cristal que mida un metro y 20 centímetros. "Es viable económicamente y también técnicamente", argumentan los residentes. En ese escrito también reconocen que la nueva rotonda ha servido para que haya un "tráfico más fluido" a las horas punta.

El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, explica que solicitó hace un año a la Xunta que realizase mediciones en la zona para ver qué solución se podría aportar, ya que es posible que las propias pantallas tengan "más impacto" al tapar las vistas. El diputado del PP Gonzalo Trenor también coincidió en esta postura durante su intervención en el Parlamento sobre las posibles soluciones para los vecinos. "Las pantallas que habría que poner tendrían mucho más impacto de lo que tiene ahora mismo la propia rotonda superior", argumentó Trenor.

Calvelo también señala que el Ayuntamiento no ha recibido ninguna respuesta de la Xunta desde entonces. Por el momento los vecinos de este edificio seguirán con los coches a diario a apenas unos metros de sus ventanas.