Tras una semana de vértigo, la gasolinera de Santa Cruz volvió ayer a abrir sus puertas. La estación de servicio funcionará con normalidad, al menos aparentemente, hasta que el juzgado dicte una resolución definitiva sobre la legitimidad de la ocupación del terreno decretada por el Concello .

El Gobierno local ha rectificado tras la providencia dictada por la juez, que ha remitido el caso a Fiscalía al aprecia indicios de un posible delito de desobediencia o prevaricación en la actuación del Consistorio. La juez advertía al Ejecutivo municipal de las posibles consecuencias penales a las que se enfrentaba por tomar posesión del establecimiento sin esperar a que se resolviese la petición de medidas cautelares presentada por los arrendatarios del recinto.

La reapertura de la gasolinera se produjo unas horas después de que el Concello emitiese un edicto para ordenar el desprecintado de los surtidores y la paralización de las labores de desmontaje, que ya se encontraban muy avanzadas.

Los propietarios de la estación de servicio lamentaban ayer el "follón innecesario" provocado por el Gobierno local y avanzaban su intención de reclamar daños y perjuicios por el cierre del establecimiento durante una semana "sin amparo legal".

El alcalde, Ángel García Seoane, evitó ayer informar de su marcha atrás de la suspensión de la expropiación de la gasolinera hasta que haya una resolución judicial, a pesar de que sí emitió un comunicado para dar cuenta de su ocupación el pasado 26 de enero. El regidor excusó además su presencia en su espacio semanal en Radio Oleiros alegando un encuentro con el presidente de la Diputación.

La oposición de Oleiros al completo cargó ayer contra la actuación del Gobierno local en la ocupación de la gasolinera de Santa Cruz. La forma de proceder del regidor, en la que la juez aprecia indicios de un posible delito de desobediencia, ha sido acogida con "asombro" por PP, PSOE y BNG.

Las tres formaciones coincidieron ayer en afear al mandatario que no "diese la cara" y evitase reunirse con los cuatro trabajadores de esta estación de servicio. Todos los grupos han manifestado además su preocupación por las consecuencias económicas que podrían derivarse de la actuación y que, recalcan, "pagarían todos los vecinos".

La portavoz del PP, Tristana Moraleja, se mostraba ayer especialmente indignada por el trato que el alcalde dispensó a los trabajadores. "Ha fallado en las formas y en el fondo, ha hecho caso omiso a las notificaciones y ha mostrado una total falta de sensibilidad con los trabajadores con los que ni siquiera se ha dignado a reunirse", criticó ayer.

El PSOE y BNG reprobaron el "desprecio" de Seoane hacia los empleados y los autos judiciales. El socialista Jorge Pérez tachó de "lamentable" la actuación del mandatario y el portavoz del BNG, Fran Rei lamentó la "falta de serenidad y mesura" de la que ha dado muestras Seoane y su negativa a estudiar una ubicación alternativa para la gasolinera de Santa Cruz.