Solo dos de las diez parroquias del rural de Arteixo han logrado aumentar su población en el último lustro, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son Loureda y Chamín, que entre las dos han conseguido ganar 91 habitantes. El resto son incapaces de mantener las cifras de 2010. Loureda es la parroquia del rural que mejor aguanta la despoblación que sufre todo el rural de Arteixo en los últimos años. Ganó 85 habitantes desde 2010, ya que pasó de 1.505 en 2010 a 1.590 en 2015. En el caso de Chamín el aumento fue de seis vecinos.

La parroquia que más vecinos perdió en los últimos cinco años es Lañas, que pasó de tener 456 hace un lustro a 413, es decir, bajó en 43 su población. Y la que menos es Barrañán, donde el número de habitantes descendió únicamente en dos (en 2010 tenía 328 y en 2015 pasó a 326). Otra de las que aguanta mejor la caída de residentes es Sorrizo, que se queda con cuatro habitantes menos. Armentón y Suevos pierden ocho. Monteagudo es otra de las parroquias que pierde población, ya que baja en 26. Larín pierde 28 y Morás baja 38. En total la población del rural del concello descendió un 1,10% respecto a 2010.

En la situación opuesta que las parroquias del rural se encuentran las urbanas, donde la población creció un 3,14%. El núcleo de Arteixo es el que más gana. Pasó de 11.989 residentes hace un lustro a tener 12.584 el año pasado (es un aumento de 595 habitantes). La parroquia de Pastoriza, en la que se incluyen los núcleos de Meicende, A Maceira y Pastoriza, también vive un buen momento demográfico, ya que logró ganar 116 vecinos en un lustro. La otra zona urbana del concello es Oseiro (incluye Vilarrodís, O Seixedo y Oseiro), donde la población aumentó en 50 personas. Pasó de 5.191 en 2010 a 5.241 en 2015.

Otro de los datos que muestra el Instituto Nacional de Estadística es que la diferencia entre Arteixo y Carballo en 2015 se ha reducido a solo 333 vecinos (en 2014 fue de 431). Arteixo tiene 30.950 residentes y Carballo 31.283.