Los padres de un niño de cinco años del colegio Otero Pedrayo de A Laracha han denunciado ante la Guardia Civil que una madre del equipo de cuidadoras del servicio de comedor le dio una colleja a su hijo y también que en ocasiones le tira de las orejas. Los progenitores tomaron la decisión de denunciar los hechos ante el Instituto armado después de hablar con la directora del centro y presentar escritos tanto dirigidos a la directiva como a la Inspección de Educación, sin obtener respuesta.

Esta falta de respuestas es también la razón que les ha llevado a denunciar el caso ante el Valedor do Pobo e iniciar también los trámites para presentar una denuncia ante el juzgado (ya están personados) en la que critican tanto el trato de esta madre cuidadora hacia los niños como la falta de respuesta por parte de la dirección del centro.

La única respuesta por escrito que han recibido hasta el momento ha sido un correo electrónico del jefe del Servizo Territorial de Inspección Educativa con el que habían hablado tras enviarle un email. Este correo que recibieron del inspector, al parecer destinado a otra persona, decía textualmente: "Padres locos y encima él con uniforme del Barsa [sic] en mi despacho. Se actuó se les explicó y se seguirá actuando".

En la denuncia presentada ante la Guardia Civil los padres relatan que los hechos ocurrieron el pasado 9 de mayo cuando una de las cuidadoras le dio una colleja al niño de esta afectada, al parecer porque tenía que entrar ya en clase de teatro y él seguía comiendo un trozo de sandía.

"Fue otra madre cuidadora la que nos lo contó y entonces le preguntamos al niño y nos dijo que le había dado un tortazo detrás de la cabeza. Ésta y otras cuidadoras ya se habían quejado a la dirección del centro del comportamiento de esta madre con los niños. Mi hijo también me dijo que en otra ocasión le tiró de las orejas dos veces en el mismo día y luego hablando con otra madre también me contó que solía hacer eso con los niños", explicó la denunciante.

"Al hablar con la directora y contar lo que pasó lo que hizo fue cambiar a esa cuidadora de mesa, ahora ya no atiende a los niños de cinco años, pero eso lo sé porque me lo contó otra cuidadora, que además acaban de expulsarla, ya no está en el comedor. La directora nos dijo que lo de tirarle de las orejas es un juego", añade esta progenitora. "Solo queríamos que alguien nos respondiese por escrito y se tomasen medidas por lo que pasó. Ha pasado más de un mes y nadie me ha preguntado por el niño, qué tal está, nada", agrega.

Esta madre, junto a otra decena más con niños en este centro educativo, también presentaron un escrito a la dirección del centro el pasado mes de abril en el que denunciaban el comportamiento de la profesora de Religión.

Según relatan en ese escrito, hizo que los niños de clase señalaran con un dedo y llamasen tonto varias veces a un compañero porque no había hecho bien la decoración de unas postales, además de zarandearle en otra ocasión "en presencia de los padres que esperaban para recoger a sus hijos". Esta madre ya retiró a su niño de la clase de Religión.