"Yo no me acuerdo de lo que hice, quiero a mi mujer. Por lo que veo los hechos están ahí. Lo siento mucho", dijo al finalizar el juicio el acusado de golpear a su esposa y a sus suegros e intentar quemar la casa de su vecino de Sada en la que se refugiaron el 30 de marzo de 2014. La Fiscalía, que tiene en cuenta la atenuante de estado pasional, le imputa delitos de maltrato, lesiones y tentativa de incendio, por los que solicita que sea condenado a 16 años y 10 meses de prisión. La acusación particular, en lugar del delito de lesiones, exige que sea condenado por intento de asesinato. La defensa, por su parte, solicitó al tribunal que tenga en cuenta la eximente completa de trastorno mental transitorio y absuelva a su cliente.

Los forenses que declararon ayer coincidieron en que el sospechoso se vio superado por la situación cuando actuó por un arrebato, aunque recalcaron que era "consciente" y descartaron que sus facultades cognitivas estuviesen alteradas. "El acusado no pierde la consciencia. Está dos horas diciendo que quiere matarlos y coge un cuchillo. No fue un arrebato puntual", señaló durante su informe el letrado que representa a las víctimas, quien destacó que la "agresividad" y la "actividad" del imputado "no cuadran" con que hubiese ingerido calmantes.

"Si hubiese existido intención de matar, lo hubiese hecho en el momento en el que cruzan la calle en vez de darles un empujón, patadas y puñetazos. Tuvo ocasión de hacerlo", destacó el abogado defensor, José Luis Gutiérrez Aranguren, durante su alegato final, al tiempo que subrayó: "Nunca quiso hacer daño, por una circunstancia se vio hundido". El letrado insistió en que el día de los hechos su cliente había mezclado alcohol con medicamentos, por lo que demandó que si el tribunal no tiene en cuenta la eximente completa de trastorno mental, aprecie la misma circunstancia como eximente incompleta con las atenuantes de embriaguez, reparación del año y estado pasional.

La exmujer del procesado relató ante el tribunal que, su entonces marido, durante el transcurso de una discusión, la agarró y la empujó. La víctima testificó que llegó a amenazarla de muerte, tanto a ella como a sus padres. "Me tenéis amargado, ojalá os muráis todos", aseguró que le espetó el día de los hechos. "Su idea era que, si me separaba de él, quemaba la casa", señaló la víctima, al tiempo que indicó que el procesado tenía "mucho genio" y que siempre estaba "de mal humor".