Arturo Rabuñal es un vecino que vive en As Eiras desde hace 60 años. En todo ese tiempo ha visto cómo se han degradado las casas y todo el entorno. Él mismo lo sufre porque una de las viviendas abandonadas linda con su casa y hay una grieta "grande" que le asusta. En el núcleo de

As Eiras se repite la situación en varias estructuras que amenazan con caerse en cualquier momento. Rabuñal también forma parte de la Asociación de Vecinos San José Obrero de Meicende.

Este vecino apoya cualquier iniciativa que sirva para regenerar As Eiras. "Que se haga lo que sea, pero que se haga. Me alegraría si se hace", señala. Arturo Rabuñal destaca que con una rehabilitación se lograría atraer gente a la zona. La situación de este núcleo no siempre ha sido así. Este residente recuerda que pasó una infancia "tranquila" y que los niños jugaban en las calles "tranquilos" y no había "problemas".