En el Panteón de Agripa y en mitad de la plaza de España en Roma cantaron al aire libre para regocijo de los turistas y calentaron voces y alejaron nervios para el compromiso de ayer por la tarde: cantar en el altar mayor de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Y lo hicieron unos 90 integrantes de las corales polifónicas de Oleiros, A Lembranza de Sada y Fonte do Souto de Culleredo, todas dirigidas por Luciano Lago, en una jornada de confraternidad. "Estamos emocionados. Cantar en el Panteón ha sido increíble, había gente llorando", declaró Lago.