La ampliación de la planta de reciclaje de áridos situada en el polígono de A Marisqueira, en Culleredo, no supondrá "efectos significativos sobre el medio ambiente", según el informe de impacto ambiental de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio. En el documento, la Xunta resuelve que no resulta necesario someter el proyecto al trámite de evaluación ambiental.

El proyecto consiste en modificar las instalaciones y la actividad de gestión de residuos no peligrosos de origen industrial que el promotor, Arenas Malgo, tiene autorizada desde 2012 y que ya fue modificada en 2013. La planta obtiene áridos aptos para su uso en construcción y rellenos a partir de residuos de construcciones y demoliciones. El proyecto prevé incorporar una nueva línea de aprovechamiento de residuos de construcción y demolición "que posibilitará la elaboración de una mayor variedad y calidad de áridos reciclados, a la vez que supondrá un aumento de la capacidad máxima de tratamiento de los mismos", recoge el informe de Medio Ambiente.

La nueva línea "no sustituirá la actual maquinaria de tipo móvil sino que la complementará", detalla el documento autonómico. El promotor estima que, tras la ampliación, la máxima cantidad que podrá gestionarse en un año será de 50.000 toneladas y prevé una "capacidad normal" de 25.000 toneladas al año.