El Club Salvamento Sada celebró ayer el que es ya un reto clásico de la Navidad. Nada menos que nadar 10 kilómetros sin descanso el día después de la tradicional comida navideña. Las puertas de la piscina municipal abrieron sus puertas a las ocho de la mañana para que este grupo de deportistas pusiese a prueba su resistencia. Aunque todos pusieron las máximas ganas y fuerzas en esta dura competición, solo parte de los integrantes del club lograron superar el reto tras nadar sin descanso durante cuatro horas.