Es ya casi una tradición que el PDSP utilice el turno de ruegos y preguntas para cargar contra su antiguo aliado y ahora principal oponente, el popular Ernesto Anido. Y ayer no fue menos. Emilio Gómez cargó contra el exregidor por el gasto de 3.000 euros en pins que siguen "guardados en un cajón" y aireó un auto que rechaza su petición de que se archive la causa de los contratos del arquitecto. Esta vez Anido contraatacó y exigió la revisión de una licencia concedida por Gómez para una segregación y ejecución de unas casas con orden de derribo solo un día antes de que entrase en vigor una ley que lo impedía y, incidió, sin los informes precisos.