La Reserva de la Biosfera puso en marcha en 2015 una Bolsa de Terras para darle uso a terrenos que ahora están sin él con el fin de dinamizar el rural poniendo en contacto a propietarios y emprendedores, y ahora mismo tiene un total de treinta parcelas en su base de datos, la mayoría en Culleredo (diez) y Abegondo (siete), seguido de Oleiros y Betanzos (con tres cada uno). Vecinos de Oza-Cesuras, Bergondo, Sada, Cambre y Carral ofertan una parcela cada una y Arteixo dos. La mayoría se ofertan en cesión o alquiler. Todos los terrenos incluidos en este banco de tierras son rústicos excepto un suelo urbanizable en San Marcos (Abegondo), un prado de 1.123 metros cuadrados que se oferta en cesión y que incluye un galpón para guardar aperos.

El terreno más pequeño en esta bolsa es una finca de 338 metros cuadrados en A Angustia (Betanzos) que el dueño está dispuesto a ceder o alquilar, y cuyo uso idóneo es para plantar habas. La propiedad más grande son varias fincas en A Ermida (Culleredo) que suman 20.023 metros cuadrados y que están a labradío.

Un vecino de Bergondo oferta una huerta en cesión gratuita o alquiler para que sea usada para cultivo ecológico. En Cecebre (Cambre) y en Veigue (Sada), coinciden dos propietarios en ofrecer una parcela agrícola, que no se trabaja, para que un emprendedor pueda utilizarla para plantar estevia, al considerarlas zonas idóneas. Otra en Arteixo se oferta para plantación de eucalipto, en alquiler, que es el uso que tiene ahora.

Técnicos de la Reserva ponen en contacto a propietarios y personas que quieren trabajar la tierra y les asesoran de qué cultivos son los mejores para las características del terreno y del mercado. El fin de esta Bolsa de Terras es luchar contra el abandono de la actividad agraria, que ayuda al avance de plantaciones forestales y matorral.