La profesores de Formación Profesional y especialistas en conocimientos técnicos de toda Galicia, liderados por tres docentes de la Universidad Laboral, trabajan para buscar modos económicos de refrigerar los alimentos al margen de los cortes en el suministro eléctrico que sufren países como Malawi, donde este equipo, llamado Operación Pangono Pangono, ayuda a brindar un suministro estable de agua con independencia de los cortes de luz a un orfanato en el que residen unos 400 niños. Hoy presentan su idea para conservar los alimentos frescos en el Festival de Ideas de la ONU, en Bonn, Alemania.

"Hay unos mil quinientos millones de personas en el mundo que no pueden refrigerar alimentos. Entre todos vamos a buscar una solución para toda esa gente que tiene esos problemas por falta de electricidad", afirma uno de impulsores del proyecto desde la Laboral, Ricardo Baamonde. Este docente -hoy asesor de la Xunta- explica que un equipo completo con un congelador y una placa solar resultaría "muy caro". La idea que hoy presentarán en Bonn baraja como posible solución "cambiar los motores o compresores a frigoríficos o congeladores fuera de uso", aunque apunta que esto sería un remedio "puntual y también caro", por lo que pretenden "buscar socios o colaboradores para investigar en una solución global". "Básicamente pensamos que no se investiga. Pero si las universidades y otros organismos se pusieran a investigar se podría alcanzar una solución", sostiene Baamonde, que confía en que la presentación de su iniciativa en el Festival de Ideas de la ONU, "relacionado con los objetivos del milenio", permita dar pasos en esa búsqueda de remedios fríos.

Al tiempo que intentan dar con una solución global a la refrigeración de comida, los profesionales del equipo comandado por los docentes de la Laboral trabajan también para mejorar las condiciones de vida de los niños que residen en el orfanato de Chezi, en Malawi. En colaboración con las misioneras de María Mediadora, los profesores impulsan soluciones para que el centro no se quede sin suministro de agua cuando les cortan la luz, "todos los días a las seis", relata Baamonde.

"En Navidades mandamos para allá unas placas solares y una bomba para un pozo, para que haga subir el agua al depósito aunque no haya luz. Y este verano viajaremos a Malawi para montarlo", afirma el profesor. El trabajo en el orfanato de Malawi surgió a raíz de un viaje en 2006. "Viendo las grandes carencias técnicas de las instalaciones de que disponen las misionares de María Mediadora a lo largo del país, decidimos volver a trabajar como voluntarios dos veces más desde aquella primera visita", relata Baamonde. De ese contacto con el país africano surgieron los dos proyectos en que trabaja ahora la Operación Pangono Pangono, como respuesta a las demandas de los residentes en el orfanato y, en el caso de la refrigeración, con vocación de que la solución cruce fronteras.