El urbanismo tropieza de nuevo en Abegondo. La anulación definitiva del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) por el Tribunal Supremo tumba el último intento de ordenación del municipio, casi 14 años después de que el alto tribunal anulara las normas subsidiarias. El Concello tramitará medidas provisionales en coordinación con la Xunta para evitar que se paralice la construcción hasta que se cuente con un nuevo plan.

Los obstáculos comenzaron en el año 2000 a raíz de un recurso presentado por el Ayuntamiento de A Coruña contra las normas subsidiarias de Abegondo, del año 1996. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló la normativa al estimar la reclamación del Concello coruñés, que denunció que las normas no recogían la subsanación de las deficiencias que había indicado la Xunta, no preveían un régimen de protección para el entorno del embalse de Cecebre y que consideró incorrectas clasificaciones del suelo apto para urbanizar.

En 2004, el Tribunal Supremo avaló el fallo del Superior, de modo que la anulación de las normas subsidiarias se convirtió en firme, lo que dejó de nuevo a Abegondo sin un marco normativo para el ordenamiento urbanístico.

La elaboración de un plan general marcó los discursos políticos y las promesas electorales en la Corporación municipal los años siguientes. Con Juan José Rocha Carro como alcalde del PP, se envió un avance del proyecto urbanístico a la Xunta, que en 2007 emitió un informe en que consideraba excesiva la previsión de viviendas -1.200 en ocho años- y veía injustificadas las clasificaciones de varios núcleos. Con Rocha en la Alcaldía, la Corporación acordó rescindir el contrato al equipo redactor, de acuerdo a informes de Secretaría e Intervención, pero el alcalde que le relevó en el cargo, el actual, José Antonio Santiso, optó por continuar con la misma empresa. Santiso, decidido a que Abegondo fuese el primer municipio gallego con un plan adaptado a la nueva ley de suelo autonómica, avanzó en 2010 el documento para que la Xunta emitiera un informe previo y calculó que se aprobaría de modo definitivo en 2010.

Con dos años de retraso, el anuncio de la aprobación llegó en septiembre de 2012. "El alcalde José Antonio Santiso Miramontes cumple con la máxima prioridad para Abegondo. El Concello ya dispone de Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) tras la aprobación provisional por parte del pleno de la Corporación y la posterior aprobación definitiva de la Xunta, al ajustarse a los preceptos de la Lei do Solo y promover una ordenación sostenible del municipio", proclamó entonces el periódico municipal Agora Abegondo. "La celeridad del Concello, del equipo redactor y de la Consellería do Territorio permitió que el plan alcanzase la plena validez en poco más de dos años, un tiempo récord", celebraba la publicación.

Si en el 2000 fue el Ayuntamiento de A Coruña quien puso las pegas que acabaron con las normas subsidiarias, esta vez fue la una plataforma de vecinos afectados por el plan general abegondés la que interpuso un recurso. El primer varapalo llegó en 2016, cuando el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dio la razón a la plataforma al juzgar "desproporcionado" el crecimiento previsto en el proyecto urbanístico, con 2.622 nuevas viviendas, lo que truncaba la viabilidad económica del plan, además de rechazar la clasificación como suelo urbano consolidado de seis núcleos. El Ayuntamiento y la Xunta se coordinaron y recurrieron el fallo del Superior ante el Supremo, de modo que el plan volvía a estar vigente. El alto tribunal admitió a trámite los recursos el pasado mes de enero. En marzo, el Gobierno local retomó el plan especial para ordenar el centro de San Marcos. Este proyecto y otros como el centro ecoagrario de Montouto se quedan en el cajón después de que este mes el Supremo anulara el plan con carácter definitivo. El Concello aplicará medidas provisionales y garantiza la validez de las otorgadas.