El representante de futbolistas Pablo García Quilón, administrador de la sociedad Asesores Sport Fútbol, negocia con Abanca la compra del hotel Sada Marina, que cerró sus puertas hace casi un lustro tras una larga agonía.

Este empresario, con experiencia también en el sector hotelero, ha confirmado a este medio que se ha planteado la posibilidad de invertir en reflotar este fallido cuatro estrellas, emblema durante años del tirón turístico de la villa marinera. "Lo hemos mirado, pero el hotel está bastante mal", se limitó a decir a preguntas de este periódico.

García Quilón evitó ayer aclarar si el mal estado de conservación del inmueble le había hecho descartar definitivamente el proyecto. Abanca ha negado también a este diario que hubiese avances en la venta del complejo y se limitó a decir que, de momento, no hay novedades a la vista.

El movimiento de las últimas semanas en el complejo ha despertado expectación en el municipio, pero el empresario negó ayer que la venta estuviese cerrada, tal y como afirmó en pleno del pasado jueves el concejal del PDSP Emilio Gómez. Según ha podido saber este diario, la próxima semana está previsto un encuentro con Abanca que podría resultar crucial para el futuro del Sada Marina. La noticia de las negociaciones han estado precedidas de un inusual ajetreo en el hotel. Varios empresarios de la zona han recibido encargos de reformas o peritajes durante las últimas semanas.

El Gobierno local evita alimentar las especulaciones y, a preguntas de la oposición en el último pleno, se limitó a decir que Abanca no le había informado de que se hubiese cerrado la venta.

Desde que cerró sus puertas en 2013, el futuro del hotel Sada Marina ha motivado intensos debates. Tras un embargo y varias pujas desiertas, el complejo fue adquirido por Abanca en septiembre de 2015. La entidad bancaria y financiera, acreedora del Sada Marina por una deuda que rondaba los 400.000 euros, se hizo con el hotel por los 370.000 euros fijados como precio mínimo de salida para la puja.

Durante los últimos años, algunas empresas mostraron su interés por reflotar este complejo, aunque nunca trascendieron avances en las negociaciones de venta.