El futuro de la pesca en el caladero comunitario de Gran Sol, según los armadores coruñeses, "está en el aire", por lo que muchos de ellos ya piensan en acogerse a las ayudas al desguace, "dejar de sufrir" y abandonar la actividad. Sin embargo, se encuentran con el problema de que, mientras otros años la Consellería do Mar publicaba la orden de subvenciones en diciembre del ejercicio anterior al que se hacían efectivas, en esta ocasión el departamento que dirige Rosa Quintana aún no ha convocado los subsidios para la paralización definitiva de la actividad. Por ello, el sector apremia a la Xunta a hacerlo "cuanto antes" para acabar "con esta incertidumbre".

"La gente está intranquila, deseando apuntarse al desguace, porque el futuro en Gran Sol, con la propuesta de prohibir el arrastre y el plan de los descartes, se ve muy negro. Además, este año es el último de ayudas con el actual Fondo Europeo de Pesca y en el siguiente no sabemos qué condiciones se impondrán para acceder a los subsidios", explica el presidente de la asociación coruñesa de armadores Arpesco, Jesús Etchevers. "Esperemos que este retraso no se deba a que, ante la situación económica actual, el Gobierno no está dispuesto a poner el 35% de las ayudas que le corresponde -el 65% restante corre a cargo de los fondos europeos- y no habrá primas. Es lo que faltaba", clama el representante de los armadores coruñeses.

Muchos de los empresarios con buques que faenan en Gran Sol y operan desde A Coruña se plantean acogerse a las ayudas al desguace. Sin embargo, tienen un hándicap respecto a otras flotas, como la de Vigo. La edad de los pesqueros coruñeses es inferior, muchos acaban de cumplir los 10 años que se exigen para acceder a las ayudas, y tienen prioridad los más antiguos. Por este motivo, muchos se apuntarán "simplemente para probar suerte".

Mientras, los responsables de la Consellería do Mar no pudieron aclarar ayer a este diario cuando va a convocar el Ejecutivo gallego las ayudas a la paralización definitiva de la actividad de los pesqueros.