Deportivo

Juan Domínguez: “Fernando Vázquez y Lucas tienen en común ese sentimiento real por el Dépor”

El exjugador explica cómo se vive una semana de posible ascenso: “Es muy ilusionante y la vives con especial motivación”

“Fueron muy diferentes, pero la sensación es muy parecida”, dice de 2012 y 2014

Juan Domínguez festeja junto a sus compañeros de equipo el ascenso de 2012 |  // CARLOS PARDELLAS

Juan Domínguez festeja junto a sus compañeros de equipo el ascenso de 2012 | // CARLOS PARDELLAS / Xane Silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

En una semana especial para todo el deportivismo, es difícil no recordar otras tardes de magia y celebración en las calles de A Coruña. Hay que viajar una década hacia el pasado para regresar a la última gran alegría. El último ascenso blanquiazul. Allí, en aquel equipo dirigido por Fernando Vázquez, se encontraba Juan Domínguez, canterano que cuenta con dos promociones a sus espaldas como blanquiazul. “A pesar de que fueron muy diferente, la sensación fue muy parecida”, recuerda con alegría un momento muy positivo que espera que se repita este fin de semana. El Dépor, si gana al Barcelona B, regresará a Segunda División.

No es una semana cualquiera en A Coruña. En el ambiente se palpa. El tema de conversación se repite en los bares y en los trabajos. La tertulia del lunes, intensa siempre en una ciudad futbolera, es todavía mayor. Hay borrones, cuentas, calculadoras, ideólogos. A falta de tres jornadas, el Dépor lo tiene en su mano. “Es una semana muy ilusionante, la vives con especial motivación”, explica el de Eume, retirado desde hace un año. La clave es vivirla con la normalidad: “Sí es una semana diferente, pero cuando eres jugador intentas mantenerte al margen de todo eso y tratas de estar concentrado y mantener la dinámica de todo el año, que es lo que te llevó hasta ahí”.

Aunque no siempre es posible. Las calles aceleran su pulso, las paredes señalan y el blanquiazul conquista los balcones y las fachadas. “No es fácil que la cabeza no te vaya a ese momento del partido y lo que está en juego”, comenta sobre unos días en los que es realmente difícil abstraerse del ambiente: “Igual estás pensando en otra cosa, o dando un paseo, y te encuentras un cartel o una bandera o cualquier cosa relacionada y tu cabeza ya conecta. Ya te digo, se lleva bien porque es por algo positivo. Eso hace que te cargue las pilas”.

“No es fácil que la cabeza no te vaya a ese momento del partido y lo que está en juego”

Juan Domínguez

Juan Domínguez vivió dos ascensos. El primero en 2012 y el segundo en 2014. En ambos, aunque cada uno con su contexto, comparten una característica común: la emoción vivida. “En uno ya teníamos un equipazo y se mantenían bastantes jugadores de atrás y había bastante estabilidad; el otro fue lo contrario, en pretemporada éramos 12 profesionales y no pintaba bien la cosa. Incluso me acuerdo que en el entorno se hablaba de conseguir la permanencia. Salía más esa palabra que ascenso. Los contextos eran diferentes, pero la sensación era muy parecida”, rememora una década después del último regreso a Primera División.

Ambos fueron años muy duros y exigentes: “Segunda División en este caso es una competición muy dura y larga, estás continuamente ahí sufriendo y compitiendo contra todos los equipos. Eso pasó en ambas temporadas. En la del récord de puntos, el Celta y el Valladolid no se despegaban; luego en el siguiente ascenso lo hicimos de segundos con gente apretando y alguna racha que no conseguíamos ganar. Las sensaciones son de sufrir hasta el final y conseguir el objetivo de euforia total”.

Juan Domínguez subido al larguero de Riazor. |  // NOA GALÁN

Juan Domínguez subido al larguero de Riazor. | // NOA GALÁN / Xane Silveira

En 2014 uno de los motores indiscutibles de aquel equipo que asciende como segundo clasificado fue Fernando Vázquez. Su mentor. “Mi relación con él fue buenísima y sigue siendo buena aunque no tengamos tanto contacto. Siempre fue excelente a nivel personal y deportivo. Con otro entrenador, en aquella temporada, yo creo que no lo hubiésemos conseguido. Fernando Vázquez fue la persona adecuada en el momento adecuado. A parte de ser un gran entrenador, es una gran persona y transmite eso. Era transparencia, sinceridad, lo vivía de verdad”, recuerda del técnico de Castrofeito.

Reconoce también que con Fernando alcanzó su mejor fútbol: “A mí especialmente me ayudó mucho y me sirvió para sacar mi mejor rendimiento. Con Fernando tenía total libertad y confianza. Cuando tienes esa confianza para desarrollar tu juego sin peros, sino todo lo contrario, que alguien te anima a hacerlo, entonces sacan lo mejor de ti. No es casualidad que con un entrenador así es con quien yo considero que di mi mejor nivel”.

"Fernando Vázquez, a parte de ser un gran entrenador, es una gran persona y transmite eso. Era transparencia, sinceridad, lo vivía de verdad”

Juan Domínguez

Una década después esa energía que contagia a la grada la pone Lucas Pérez. Ambos son “totalmente diferentes”, pero les liga aquello que aman: “les une el sentimiento por el club. Lucas es una persona que es del Dépor de toda la vida, siento los colores de verdad. No te va a vender humo, todo lo contrario. Entre otras razones, una de las principales de volver de Lucas es ver al Deportivo ascender. El factor común que tienen Fernando y Lucas por el Dépor es ese sentimiento real por el equipo".

Vivir un ascenso, dice, es “muy emocionante”. Más si cabe con el atenuante de jugártela en casa: “Se juntan todos los factores, tanto el tuyo propio de poder estar ahí después de tanto trabajo, tantas cosas que han pasado durante la temporada, el ambiente, la afición, la prensa. Toda la ciudad y lo que te rodea se vuelca con el objetivo. Entonces lo vives con mucha emoción y un sentimiento especial, sin duda”.

En A Coruña, pese a las dificultades de los últimos años, la afición se ha sumado más que nunca con su equipo. Algo que reconoce que es “fruto de la pasión de la gente” en una ciudad donde “gusta mucho el fútbol y el Dépor”. La hinchada no se ha movido de su sitio porque tienen “esa sensación de que, en un mal momento, hay que estar ahí” para apoyar. Y sí o sí, concluye Juan Domínguez, ganar para “volver a donde nos corresponde”.

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