El Grupo de Estudio del Medio Marino (GEMM), con sede en el concello de Ribeira, localizó un animal nunca antes visto. Se trata de un molusco gasterópodo hasta ahora desconocido, al menos en Galicia, ya que se han encontrado ejemplares de esta misma especie en la costa de Marruecos.

El espécimen mide alrededor de 6,5 milímetros de longitud y fue localizado a 25 metros de profundidad, sobre colonias de corales blandos conocidas popularmente como "mano de muerto", según explica el experto del GEMM, Juan Trigo.

Los descubridores de este molusco gasterópodo lo bautizaron como Simnia jacintoi, en honor a la primera persona que observó esta especie y al actual presidente del GEMM. "Con esta son ya seis las especies de la familia Ovulidae que pueden verse en Galicia, cuatro de ellas descubiertas por miembros del GEMM", apuntan los expertos, que añaden que hasta 2010 solo se conocía la existencia de dos especies de esta familia en nuestras aguas, aunque ese mismo año se localizaron en diferentes puntos de la ría de Arousa varios ejemplares de tres especies más.

A este respecto, los biólogos puntualizan que dos de las especies encontradas son originarias del Mediterráneo y que fueron halladas por primera vez en el Atlántico, obteniéndose además fotografías de los ejemplares vivos, algo que no se había logrado hasta ese momento.

El GEMM localizó un nuevo platelminto del orden turbelarios en la ría de Arousa en diciembre de 2012. Se trata de un curioso animal de 25 milímetros de largo por 14,4 de ancho, encontrado en el interior de una concha de mejillón a una profundidad de cinco metros.

El molusco llamó la atención de los buceadores, que rápidamente sospecharon que podría tratarse de una especie aún sin catalogar en aguas gallegas. "Tras su recolección y estudio, en colaboración con el CSIC [Consejo Superior de Investigaciones Científicas], acabó por ser un hallazgo aún más importante de lo esperado, ya que no solo era la primera vez que se describía en nuestras aguas, sino que resultó ser una especie nueva para la ciencia, bautizada como Euryleptodes galikias", explica Trigo.

Los expertos del GEMM localizaron también dos ejemplares de babosa dromedario (Atagema gibba) y sus puestas en verano de 2013. Esta especie había sido descubierta con anterioridad solo cinco veces en el mundo, desde su primera descripción en 1951, y nunca se había certificado su presencia en la costa española.

Los expertos descubrieron también en 2014 un anfípodo perteneciente a la familia de los caprélidos, la Caprella mutica, una especie invasora originaria de Japón que se expandió a lo largo de las costas de América del Norte, Europa y Oceanía. "Este animal se encuentra frecuentemente asociado con estructuras hechas por el hombre, especialmente las dedicadas a las actividades de acuicultura, donde puede alcanzar altas densidades de hasta 300.000 individuos por metro cuadrado", apunta Trigo.

"El GEMM trabaja con estos y otros proyectos en torno a tres objetivos fundamentales: el inventario, catalogación y estudio de la fauna marina, la defensa y conservación de los ecosistemas y su biodiversidad y la divulgación y educación ambiental", afirma este biólogo. La entidad gallega organiza expediciones de carácter técnico, científico y divulgativo, además de elaborar proyectos para el estudio y conservación del medio ambiente, organizar charlas, exposiciones, cursos y conferencias, al tiempo que edita publicaciones de carácter técnico, científico y divulgativo.