El informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES o CIEM) sobre el estado de la merluza ibérica en 2016 muestra que la biomasa de esta especie se recupera de forma relativamente constante desde 1998, año en el que el stock alcanzó su mínimo histórico (5.727 toneladas). El documento, publicado el pasado 30 de junio, estima que el volumen actual de ejemplares reproductores es de 23.101 toneladas, la mitad que las 45.801 registradas en 1983, la cifra más alta de la serie.

Mientras, el estudio sobre la merluza del norte (que incluye aguas irlandesas y del golfo de Vizcaya) certifica que se encuentra en sus mejores registros. Los datos muestran un incremento exponencial desde 2006, cuando había unas 30.000 toneladas, hasta 2016, cuando se contabilizan 321.000.

El ICES recomienda subir la cuota de merluza del norte un 13,8% en 2017, de 108.764 toneladas a 123.777, mientras propone rebajar la de aguas ibéricas un 24,7%, de 10.674 a 8.049 toneladas.