Alvedro se está acostumbrando a recibir por la puerta grande a Paula Medín y Vanesa Rial. Hace poco más de un mes que ambas llegaron al aeropuerto coruñés como dos heroínas tras conseguir la clasificación para los Juegos en el Preolímpico de DublínJuegos Preolímpico de Dublín. Ayer repitieron homenaje tras regresar de Río de Janeiro, donde cerraron su participación en el torneo de seven con la selección española en una meritoria séptima posición, lo que les otorga un diploma olímpico que ayer lucían con orgullo y emoción. Han luchado mucho para llegar hasta aquí. Tendrán ahora un apoyo financiero durante los próximos cuatro años para seguir luchan do por su sueño si todavía les quedan fuerzas. De momento se centrarán en el XV para intentar clasificar a España para el Mundial. Pero no descartan nada. Tokio 2020 está a la vuelta de la esquina y han demostrado que con ilusión y trabajo pueden llegar muy alto.

Ya en casa, el sueño olímpico parece haber durado muy poco. Las dos jugadoras del CRAT fueron de las primeras en viajar a Brasil con el grueso de la delegación española y también han sido de las primeras en regresar. Participaron de la recepción en la Moncloa y estuvieron con los Reyes, que despidieron al equipo nacional deseándole suerte. Tras los primeros días en Río de Janeiro, alucinaron con el ambiente en la Villa, con la cantidad de periodistas, deportistas, toda la expectación generada en torno a una competición única. Incluso protagonizaron divertidas escenas con los jugadores de la selección española de baloncesto, con Felipe Reyes y Sergio Rodríguez, que levantaron a Alevín imitando una jugada de rugby (touche) mientras Pau Gasol grababa la escena con su teléfono móvil.

Fueron de las primeras también en entrar en liza. El sábado pasado, después de la inauguración, ya comenzaron su andadura con sus dos primeros partidos del grupo, contra Francia y Australia, ambos saldados con derrota. Tuvieron que esperar al segundo día de competición para apuntarse su primera victoria, contra Kenia, lo que les abrió las puertas de los cuartos de final y les aseguró el diploma olímpico. Pudieron soñar con más, pero se encontraron con AustraliaAustralia, la que a la postre se proclamaría la primera campeona olímpica de la historia de esta modalidad.

Plantaron cara de nuevo a Francia en la lucha por la quinta posición, pero cedieron y en el último partido se jugaron la séptima plaza ante Fiji. Cerraron su participación en los Juegos con victoria, la séptima posición y lo que es más importante, la sensación de haber vivido una experiencia única que les marcará toda la vida. Sus sonrisas así lo transmitían ayer a su llegada a Alvedro. Allí las esperaban sus orgullosos familiares y amigos y también parte de su equipo, el CRAT, que a la vez también es familia. El club herculino también será uno de los principales beneficiados de la hazaña de las dos coruñesas. Podrá decir que dos de sus chicas hicieron historia en Río de Janeiro.