"Llevamos 52 años con la administración y nunca vi un caso como este", asegura Ana García, responsable del despacho de lotería La Favorita, situado en Cuatro Caminos, cuya opinión es compartida por otros profesionales del sector. Y es que no solo a los profanos en el mundo de los sorteos les extraña el caso del boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones hallado en una administración distinta a la que lo selló, sino que incluso a quienes trabajan a diario en la venta de estos productos esta situación les parece realmente extraordinaria.

Y no es porque los clientes no se olviden cosas en los locales de venta de lotería y otros juegos de azar, ya que los propietarios explican que allí se quedan todo tipo de objetos, como llaves, gafas, carnés, teléfonos móviles, paraguas, papeles y carteras. "Lo sacan al hacer una Primitiva y les queda olvidado", detalla Ana García, para quien la posible explicación del boleto extraviado es que el apostante consultó si había sido premiado en una máquina y entendió que no le correspondía ninguna cantidad. Según esta lotera, el caso no podría haberse producido en su administración porque solo tiene máquina en el interior, ya que prefiere "hablar con el cliente".

Pero también se muestra extrañada esta veterana profesional por el hecho de que el responsable del despacho en el que se halló el boleto comprobase que estaba premiado, ya que no es lo habitual en su establecimiento. "Cuando encontramos boletos, ni los miramos, los estrujamos y los tiramos", señala, ya que, en su opinión, "lo mejor es tirarlos para evitar estos problemas".

"La gente los tira o los deja en el mostrador, pero nunca se nos ocurre mirar los boletos", comenta otra lotera con una larga trayectoria, María José Barca, titular de la administración La Barca de Oro, situada en la plaza de Pontevedra. "Lo que más nos asombra es que alguien coja un boleto y mire luego dentro si está premiado", advierte esta vendedora, en cuyo establecimiento hay máquinas para comprobar los resultados de los sorteos a ambos lados del mostrador.

Para ella, no hay posibilidad de equivocación con estos mecanismos, ya que en caso de que el boleto esté premiado, indica al cliente que pase por ventanilla, por lo que considera que se trata de una situación "peculiarísima" que no había visto en sus más de cuarenta años de actividad en el sector de las loterías. La explicación que apunta para este caso es que el año pasado algunas administraciones de A Coruña no tenían máquina accesible para el público y que el propietario del boleto premiado comprobase los números en el cartel colocado en el establecimiento y se equivocase.

La ubicación en la estación de autobuses del despacho denominado Ciudad de Cristal hace que sean muchos los objetos que los clientes se olvidan allí, según menciona Ángel Lagares, empleado de esta administración, para quien es posible que el propietario del boleto premiado lo extraviara al sacarlo para ver si había sido agraciado por llevar otros más en la cartera, una situación habitual en estos locales, aunque al preguntarle sobre por qué el lotero que lo halló miró si tenía premio solo contesta: "¿Qué quiere que le diga?".

Solo un día después de que el tablón de anuncios del Ayuntamiento publicase el hallazgo del boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones de euros, ya son "varias" las personas que han acudido al palacio de María Pita para manifestar ser quienes rellenaron el documento, según informó ayer el alcalde. Carlos Negreira detalló que alguno de los reclamantes reside fuera de Galicia y que el Gobierno local está convencido de que en los próximos días serán "muchos otros" quienes se personen para asegurar ser los afortunados con el premio millonario.

El billete fue sellado en junio de 2012 en la administración número 44, situada en el Carrefour de Alfonso Molina, aunque fue hallado por el titular de otro despacho de loterías al que el apostante del billete acudió días después para comprobar si había sido premiado. El lotero envió el boleto a la Sociedad Estatal de Loterías, que no pudo averiguar quién lo cumplimentó, tras lo que el pasado mes de julio solicitó al Ayuntamiento que abriese un expediente de hallazgo. Si en dos años no se localiza al autor de la apuesta, el premio será entregado al lotero que halló el boleto.