El grupo municipal socialista entregó hace quince días al Gobierno local sus últimas propuestas para el presupuesto de 2018, cuyo importe no alcanza los cinco millones de euros, por lo que está a la espera de que se presente el proyecto definitivo y se convoque el pleno para su aprobación. Pero el desencuentro de los últimos días entre Marea y PSOE, que cristalizó en el pleno de ayer con el rechazo a la ampliación de las cuentas de este año, hace surgir las dudas sobre si el entendimiento que mantenían los dos grupos en los últimos meses habrá acabado.

"Veremos qué factura pasa", comentó el alcalde tras la sesión plenaria sobre la influencia del resultado de la votación sobre el presupuesto del próximo año. Xulio Ferreiro calificó de "razonablemente buenas" las relaciones que mantenía el Gobierno local con el PSOE, pero advirtió que la confianza "es algo que se construye progresivamente y que hay que ser cuidadosos para no romperla".

En su opinión, el pacto con los socialistas sobre las cuentas está "prácticamente cerrado", ya que el pasado lunes les comunicó la aceptación "del 90%" de sus propuestas y que esa decisión fue bien aceptada. "No sé si eso se va a cambiar, por nuestra parte no", manifestó el alcalde sobre lo que puede pasar en los próximos días.

"Para nosotros no afecta esta modificación del presupuesto", explicó el portavoz del PSOE, José Manuel García, acerca del impacto que tendrá la negativa de su grupo a respaldar la propuesta del Gobierno local en el pleno. Para García, el proyecto de las cuentas del próximo año ya se podría haber presentado, una vez que su grupo aportó las partidas que pretende incluir.

"Igual vuelve a pasar lo mismo con el presupuesto a pesar de que dicen que lo tienen todo pactado", advirtió la portavoz del PP, Rosa Gallego, tras el choque de ayer entre PSOE y Marea, a lo que añadió su crítica al Gobierno local por excluir a su formación de los contactos con los grupos municipales para elaborar las cuentas.