La zona del Orzán tiene niveles de ruido más altos durante las noches de fin de semana y de fiestas que durante el día. El equipo de medición, que está instalado en las inmediaciones de la calle Sol, registró valores entre el 1 y el 10 de enero -los datos más actuales que hay en la web municipal- similares a los de hace diez años, en algunos casos, como los de la noche de fin de año, incluso superiores a los de entonces. Los medidores llegaron a marcar ese día 77,1 decibelios, entre las seis y las ocho de la mañana, en una zona que no debería superar los 50 decibelios por la noche -30 dentro de los dormitorios-, ya que es un área con predominio de suelo de uso residencial y ese es el máximo que establece la normativa vigente.

En el desglose de los datos obtenidos en los primeros diez días del año, la cifra media más alta de ruido en la zona del Orzán se registró el sábado 5 de enero, entre las ocho de la tarde y las diez de la noche, tras la cabalgata de los Reyes Magos, con 71,9 decibelios. Es el único sábado de esta muestra.

Según el Real Decreto que regula las emisiones acústicas, el área del Orzán no debería sobrepasar los 60 decibelios por el día -de siete de la mañana a siete de la tarde- ni por la tarde -desde las siete hasta las once de la noche-. Sin embargo, pocos son los tramos horarios en los que el medidor baja de esa cifra. En estos diez días, la medida media más baja se registró en miércoles -hubo dos, el día 2 y el 9- entre las dos de la mañana y las cuatro, cuando el medidor arrojó unos resultados que dieron de media 49,7 decibelios.

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El miércoles, entre las ocho y las diez de la mañana, se registró también una media de 71,4 decibelios, uno de los índices más altos del periodo analizado -teniendo en cuenta todas las jornadas-.

Respecto a los valores de ruido del día medio -sin hacer distinción entre festivos, fines de semana y las jornadas en las que el ocio nocturno se prolonga-, el más alto es de 66,1 decibelios, entre las doce y las dos de la madrugada y el más bajo, 56,9, registrado de media entre las seis y las ocho de la mañana.

Estos datos contrastan, por ejemplo, con los de Alfonso Molina, donde el tráfico hace elevar la media de ruidos casi a los 76 decibelios a las dos de la tarde y que cae más de diez decibelios sobre las cuatro de la mañana.

Los vecinos del Orzán, que llevan unos treinta años luchando contra el ruido nocturno, alertan de que, actualmente, son más los afectados que hace unos añosOrzánruido nocturno, ya que los locales de ocio se han extendido por una zona que fue declarada acústicamente saturada.

En la plaza del Humor, donde el botellón fue desterrado, la gráfica de ruido tiene una evolución más acorde a la normativa actual, ya que, durante las noches, los decibelios disminuyen y se colocan por debajo de los 54 y, durante el día, se incrementan. En la plaza de Azcárraga, el ruido también sube a partir de las ocho de la mañana y está entre los 48 y los 52 decibelios en las horas de descanso de los vecinos. Otra de las zonas que tienen el ruido monitorizado es Matogrande que, si bien tiene una media inferior a 59 decibelios por la noche, registró picos de más de 64.