La autopsia a la mujer degollada por su marido en su domicilio en la calle de la Estrella en 2018 reveló que el corte requirió de una presión "sostenida" y con "continuidad" en la fuerza, según explicaron ayer los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) en la cuarta sesión del juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial. Estos especialistas añadieron, que la muerte de la víctima, Judite Martins, fue "prácticamente instantánea" tras la herida, que además calificaron de "muy profunda".

El acusado declaró en la primera sesión del juicio que su mujer puso sus manos sobre las de él mientras sostenía el cuchillo encima de su cuello y que le guió para dar el corte. Los médicos del Imelga que analizaron el estado mental del hombre, Ramón S.G., después de los hechos afirmaron que no tenía "alteraciones" ni una "tendencia suicida". Afirmaron que él reconoció los hechos y los justificó por la "compasión" que sentía hacia su mujer, ya que alega que solo la ayudó a quitarse la vida por el cáncer que creía que sufría. Aunque tenía "cierta resistencia" a ayudar a morir a su pareja, según relataron, les dijo que "aceptó el papel de colaborador necesario".

Una forense destacó que la mujer tenía una "delgadez extrema" y que, por lo analizado, tendría aparejada "debilidad y cansancio". No registraron en la autopsia a la víctima, añadieron, signos de resistencia. El tipo de herida, aclararon los facultativos, no provoca un sangrado "espectacular" pero sí que creen que es "probable" que la persona que ejecutó el corte estuviera manchada por esta razón.

Dos fármacos

Un facultativo del Instituto Nacional de Toxicología explicó que se detectaron en el cuerpo de la víctima dos fármacos, "ambos antidepresivos". El experto relató que la ingesta de este tipo de medicamentos "mantiene el estado de ánimo habitual" y que la cantidad registrada en el cuerpo estaba "dentro de los límites normales para un tratamiento terapéutico". El acusado declaró a la policía cuando fue detenido que le había dado "bastantes pastillas" para sedarla, pero durante la vista oral aseguró que ella misma había tomado la medicación que le habían recetado

En la sesión también se elevaron a definitivas las conclusiones. La Fiscalía mantiene la petición de 25 años de cárcel y la acusación particular y el letrado de la Xunta, la de prisión permanente revisable.

La defensa, tras descartar la libre absolución que pedía inicialmente, solicita seis años por un delito de cooperación al suicidio con la atenuante de arrepentimiento espontáneo. El próximo miércoles se reanudará el juicio con los informes de las partes y, una vez concluida la exposición, el jurado popular se reunirá para deliberar.