La Opinión de A Coruña

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El coste de la reforma de San Andrés, en A Coruña, aumenta un tercio por la inflación, hasta los 3,7 millones

El Ayuntamiento retrasa el inicio de la obra hasta mayo del año que viene, el mes de las elecciones municipales

Paseantes y vecinos realizando actividades en San Andrés en la semana de la movilidad de septiembre. | // Víctor Echave

La obra de reforma de San Andrés entre la plaza de Pontevedra y la iglesia castrense, uno de los grandes proyectos prometidos para este mandato y del que el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, señaló en julio que “se abordará este año”, no empezará hasta 2023, de acuerdo con la documentación de la modificación de las cuentas municipales pactada entre PSOE y Marea y que previsiblemente se aprobará el próximo martes. El proyecto lleva años en diversos trámites, y, según señalan los documentos municipales, durante esta demora se ha incrementado el presupuesto: de los algo menos de 2,8 millones de euros previstos anteriormente se ha pasado a casi 3,7 millones, un aumento del 32,2%.

El modificativo de crédito señala que el proyecto fue objeto de “revisión de precios” debido al “tiempo discurrido desde la firma del proyecto” (data de octubre de 2021) y la presencia de “circunstancias externas” que aumentan los precios de la “producción y suministro de materiales y mano de obra” . El Ayuntamiento culpa a este incremento de las consecuencias del COVID y la guerra de Ucrania, por lo que el pasado mes de septiembre se revisaron los precios al alza. A inicios de 2021, cuando todavía no se tenía el proyecto definitivo, se estimaba que la obra costaría 1,92 millones.

La reforma se contratará a una empresa externa a través de un concurso, un paso obligatorio pero que este viernes todavía no se ha publicitado en la web de contrataciones de la administración. El Ayuntamiento indica que la licitación (es decir, la salida a concurso par contratarla) “se iniciará en el mes de noviembre de 2022”, por lo que teniendo en cuenta los “plazos habituales” en este tipo de procedimientos, el inicio de la obra “deberá producirse en el mes de mayo de 2023”. Esto es, coincidiendo con las elecciones municipales del año que viene, que se celebran el día 28.

Estos trabajos figuraban en el presupuesto de 2022 con unos 1,1 millones de euros, pero, dado que no se gastarán, el modificativo de crédito planea disminuir esta dotación en unos 102.000 euros para financiar otras obras que también han aumentado de precio por la inflación, en este caso un 23,7%.

El dinero pasará a los trabajos de urbanización del Área de Rehabilitación y Renovación Urbana (ARRU) de O Ventorrillo, para los que las cuentas municipales de este año reservaban 380.000 euros. Pero, según la documentación municipal, esta cifra es “insuficiente para las obras proyectadas”, pues el presupuesto base para la licitación se ha incrementado hasta los 470.000 euros por los mismos motivos que la obra de San Andrés: las consecuencias del COVID y la “situación bélica en Europa”.

A los 90.000 euros de subida, casi una cuarta parte, se añaden que es necesario cubrir los honorarios del proyecto de urbanización, otros 12.252 euros. La concejalía de Urbanismo considera que la obra es “urgente e inaplazable” y que es necesario sacarla a concurso de inmediato, por lo que se desviarán fondos de San Andrés.

El proyecto de esta obra, que completará la reforma de la zona entre la iglesia castrense y el inicio de la calle que se acometió cuando gobernaba el PP, fue redactado en marzo de 2021 por la empresa Eptisa, aunque luego tuvo que recibir informes favorables de organismos del Concello y la Xunta, así como la comisión asesora del Pepri.

Entre las principales medias propuestas está la limitación de la circulación a un carril por sentido, así como la ampliación de las aceras, que se separarían de la calzada por una franja de metro y medio de ancho. En esta se encontraría jardinería, alumbrado, señales y mobiliario urbano, mientras que el pavimento se cambiará por uno antideslizante. La comisión del Pepri propuso soterrar el cableado e iluminar edificios singulares de la vía.

Varios cálculos al alza

La inflación ha obligado a recalcular al alza otros contratos municipales de obras este año. La reforma de la plaza, mercado y guardería de Monte Alto se ofertó por más de cuatro millones en noviembre del año pasado y todas las empresas renunciaron porque el precio dejó de ser atractivo por el alza de materiales, después de que el Concello excediese los plazos legales para adjudicarlo. Se licitó más tarde, si bien incluyendo obras adicionales, por 10,4 millones: el presupuesto de ejecución material aumentó un 95%.

Algo semejante ocurrió en la rehabilitación del edificio municipal entre las calles San Nicolás y Marqués de Pontejos, que se presupuestó en al menos de 1,2 millones, pero acabó licitándose en 1,75 millones, un 47% por encima de la cifra original.

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