Dos años de lucha por la identidad

Lola espera por el último trámite para que su nombre y su género figuren en el DNI, tras iniciar en 2020 un tratamiento hormonal

Lola todavía tiene un DNI en el que su nombre es otro, el que le pusieron al nacer, “un nombre de chico”. Pero Lola es “una mujer transexual”. “Así es como me considero: una mujer de apellido transexual, y no tengo que explicarle a todo el mundo que soy una chica trans”, enfatiza. Nació en Asturias hace 32 años y desde que tenía cuatro vive en A Coruña. Hace dos años tomó al fin la decisión que en algún momento llegó a pensar antes, cambiar de género. Está en el proceso, cuando la ley trans circula aún por los cauces parlamentarios y promete eliminar los trámites médicos por los que ella ha pasado y continúa, para no tener que dar explicaciones cuando le miran en carné de identidad.

“Llevo dos años con hormonación. Lo decidí en medio de la pandemia, nos estábamos volviendo todos un poco locos y no quería morirme sin ser yo misma. Estaba trabajando, ahora llevo un año en paro, y cuando voy a una entrevista de trabajo y muestro mi DNI aún tengo miedo a que por ser transexual no me contraten. No quiero volver a pasar por ello”, expone Lola.

En su caso, espera por la validación de todo su proceso tanto en Asturias, donde está su certificado de nacimiento, como en A Coruña, donde vive. En cuanto reciba el sí, ya solo espera tener que ir al Registro Civil para tener su nombre en el DNI y proceder después a cambiar sus datos bancarios y en la Seguridad Social.

“Cuando empiezas con la hormonación, todo es más complicado. Eres la misma pero el cuerpo te va cambiando y tú te ves igual. Es importante en esa fase tener apoyo psicológico, alguien con quien hablar y desahogarte. Me cambió la cara, el pecho, el cuerpo, sin operarme ni nada, solo con tratamiento hormonal. Ahí es cuando te empoderas y crees más en ti misma”, dice Lola, segura y optimista.