Frío, poca luz y una tabla en las rodillas: las condiciones de los opositores al Concello

Más de mil personas realizaron el examen en el Coliseum y muchos tuvieron que sentarse en las gradas, donde no había mesas para escribir

Fachada posterior de María Pita.

Fachada posterior de María Pita. / Víctor Echave

REDACCIÓN

“Desde que te apuntas, son Los juegos del hambre”, dice una de las más de mil personas que se presentaron el pasado domingo a la oposición de auxiliar de administración del Concello de A Coruña, que se celebraron en el Coliseum. Más de mil personas para 22 plazas, así que, “solo pueden quedar los más fuertes”, dice otra de las participantes en las pruebas.

Los opositores entraron en el recinto a las cuatro de la tarde y, a diferencia de lo que muchos se podrían esperar, después de haber pagado una tasa de casi diez euros por acceder al examen, no había mesas para todos. Algunos pudieron hacer la prueba —de dos horas de duración— en la pista, con sillas y mesas habilitadas para la ocasión, pero a muchos otros les tocó grada y apoyar los folios en “una tablilla de madera” de tamaño A3 en la que tenían que escribir y tener su DNI a la vista.

A los que están curtidos ya en este tipo de pruebas ni siquiera les llamó la atención que no hubiese una mesa para cada uno, y que la solución fuese esa tablilla de madera sobre las rodillas, porque, según explican, no es la primera vez que el Concello soluciona de este modo las convocatorias masivas de sus oposiciones.

Para algunos de los participantes en el examen, lo peor no fue la improvisada mesa, que con un poco de maña, consiguieron solventar, sino el frío que hacía en el recinto y contra el que no podían luchar mientras hacían la prueba, y la falta de luz, que tampoco tenía solución y que, en algunos puntos de la grada, dificultaba la lectura de las preguntas.

Otra de las condiciones que jugaron a la contra de muchos de los aspirantes a esas tan ansiadas 22 plazas fue la hora, ya que, a pesar de que estaban convocados para las cuatro de la tarde —tan solo unas horas antes se había celebrado el concierto de Pixies— no fue hasta las cinco cuando dio comienzo la prueba. “Al final, lo único que queríamos era irnos”, decía ayer una de las candidatas. Consultado por este diario, el Concello no se pronunció ayer sobre estos hechos.