Resonac presenta su oferta para comprar la fábrica de Alu Ibérica en A Coruña y expandirse con Ignis

La antigua Showa Denko tendrá la titularidad de los terrenos, en los que prevé ampliar su planta actual y estudia abrir otra de grafito para baterías en el caso de conseguir ayudas

Instalaciones, actualmente sin uso, de la antigua fábrica de Alu Ibérica, antes Alcoa. |   // VÍCTOR ECHAVE

Instalaciones, actualmente sin uso, de la antigua fábrica de Alu Ibérica, antes Alcoa. | // VÍCTOR ECHAVE / Enrique Carballo

La primera oferta para comprar la extinta fábrica de aluminio de Alu Ibérica en Agrela proviene de la empresa vecina, Resonac, conocida hasta hace unos meses como Showa Denko y que tiene instalaciones dedicadas a la fabricación de grafito anexas a la planta cerrada. Esta multinacional presentó este lunes una oferta de compra ante la administración concursal de Alu Ibérica, y fuentes de Resonac indican que los terrenos “serían tanto para la ampliación de la actual planta como para la construcción de una nueva” que está en estudio. Aproximadamente una quinta parte de los 250.000 metros de la finca se cederían a Ignis.

Este segundo grupo tiene la intención de crear en Agrela una planta de producción de hidrógeno verde, esto es, generado empleando energía de fuentes renovables. Ignis también ha hecho público que quiere crear una instalación en el puerto exterior de punta Langosteira a través de su filial Armonia Green Galicia, que será “líder a nivel global” en la producción de hidrógeno y amoníaco verde. Fuentes conocedoras del proyecto indican que es “compatible” con la planta de Agrela.

En cuanto a Resonac, las instalaciones actuales se dedican a sintetizar grafito para altos hornos, pero tiene un proyecto “sólido”, según fuentes de la empresa, para crear una segunda planta que genere este material para baterías de vehículos eléctricos, que ya se anunció en febrero del año pasado pero que aún no se ha concretado. Según declaraciones a este diario de los corresponsables del proyecto, Arturo González y Jose Luis Pérez, la empresa desea instalarse en A Coruña por la “disponibilidad de energía verde a costes convenientes”, el “acceso a las cadenas logísticas internacionales” y el “talento de formación técnica”, tanto en su fábrica actual como en las universidades gallegas.

El plan, según sus corresponsables, estima una inversión de 500 millones, que generaría “unos 150 empleados directos, 450 indirectos y 60.000 toneladas de producto final” al año. Pero fuentes de la empresa puntualizan que el proyecto no está cerrado y que “se va a adaptar” dependiendo de las circunstancias. El principal factor limitante es la disponibilidad de ayudas, ya que la empresa aspira a recibir fondos Perte (líneas de subvenciones dotadas con fondos europeos pero que gestiona el Gobierno) y no ha tenido todavía encaje en las convocatorias. “No tenemos la certeza que nos gustaría tener, pero no vamos a dejar de pujar por estos terrenos, confiamos en que va a salir adelante”, señala Resonac, que, aún así, no descarta que su plan se tenga que adaptar “a otros terrenos y a otras circunstancias”.

Ni la empresa ni la administración concursal han desvelado el montante de la oferta para comprar la finca de Alu Ibérica (que, durante dos décadas, perteneció a Alcoa). Pero el conjunto de activos de la fábrica ya se ofreció primero por 125 millones y luego por 45, dentro del proceso de liquidación, sin que concurriesen compradores. Actualmente se pueden adquirir por separado las diversas propiedades de la empresa, si bien Resonac afirma que pretende adquirir “ la totalidad del suelo y las edificaciones existentes”.

A Ignis, de acuerdo con un acuerdo ya firmado, se le cederá el uso de parte de los terrenos, aunque desde Resonac no se descarta que haya una “fórmula” como una posible opción de compra en un futuro. Pero la fábrica de sintetización de hidrógeno de Ignis, aclara la aspirante a comprar los terrenos, “no va a ser una planta para abastecer a Resonac”.

El hidrógeno se emplea como combustible ecológico en motores y pilas, mientras que Resonac, una industria intensiva en energía, necesita suministros con mayor volumen. La empresa, una multinacional japonesa, ha firmado un acuerdo con la coruñesa Greenalia para que la segunda le suministre electricidad de los futuros parques eólicos de Tornado y Orzar, situados en la zona de Carballo y que recibieron el pasado mes de febrero el visto bueno ambiental del Estado.

Resonac puntualiza sin embargo que aunque “no vamos a abastecernos” con el hidrógeno de Ignis, esto “no quita” que pueda haber alguna “colaboración” si el hidrógeno verde “puede servir a alguno de los fines” de la manufacturera de grafito o “ayudar en la fábrica”.

Punto final al legado de Alcoa

La fábrica de Alu Ibérica se fundó en 1960 como parte de la empresa Aluminio de Galicia, luego pasó se nacionalizó en 1985 y se incorporó a Inespal y en los 90 se vendió a Alcoa. La empresa tuvo ganancias hasta 2011, pero en la década pasada dio repetidos avisos de cierre y en 2019 vendió la propiedad por un dólar a Parler, que la traspasó al año siguiente al grupo Riesgo. Este fue investigado por descapitalización fraudulenta.

La fábrica cerró, y la plantilla firmó en abril de 2022 un acuerdo para renunciar a la vía judicial contra Alcoa, a cambio de que les abonase las indemnizaciones. Pero el acuerdo está atascado y parado en el Tribunal Supremo, tras la denuncia de 17 compañeros. La Comisión Europea propuso este mes destinar una partida de 1,2 millones de euros para ayudar a recolocar a los empleados despedidos, y el hasta esta mañana delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, afirmó el pasado jueves que el Ejecutivo central estaba “trabajando” para dar una solución definitiva a la antigua plantilla.

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